Pablo Carreño se proclamó campeón del Abierto de Estoril, un año después de perder la final del mismo torneo, al vencer al luxemburgués Gilles Muller en dos sets, por 6-2 y 7-6 (5). Carreño, 21 del ránking mundial y primer cabeza de serie del torneo portugués, se impuso a Muller (28 y tercer favorito) en un partido que duró una hora y 22 minutos.