El Real Madrid ha confirmado, a través de su página web, el fichaje del internacional alemán, de origen turco, Mesut Özil, procedente del Werder Bremen, al que califica como un "mediapunta con mucho talento, de gran calidad y con un futuro prometedor.
Entre sus méritos, el club que preside Florentino Pérez destaca que Özil recala "en el Real Madrid tras convertirse por méritos propios en una de las revelaciones del Mundial de Sudáfrica"
"Pese a su juventud, con tan sólo 21 años se ha ganado por su progresión y calidad un hueco en la selección absoluta alemana, tras ser campeón de Europa sub'21 el pasado año", añade la nota madridista.
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A Özil no se le reclama, aún, que compute goles como el astro argentino, pero su intervención en el torneo lo catapultó a la órbita de los codiciados por la elite, desde el Barcelona, al Real Madrid, el Manchester United o el Arsenal, entre otros.
Finalmente, y tras una semana vertiginosa de desmentidos (del Werder Bremen) y contraofertas (del Real Madrid), Özil se salió con la suya y logró el visto bueno de su club para dejar la Bundesliga, siguiendo los pasos de otro hijo de inmigrantes que también despuntó en el Mundial, Sami Khedira (en este caso de origen tunecino).
Nacido en Gelsenkirchen (Alemania), el 15 de octubre de 1988, Özil es para muchos germano-turcos el estandarte del potencial que puede tener para el fútbol alemán el aporte de la inmigración.
Su clase como centrocampista le convertió en estrella del Werder Bremen -que de todos modos lo hubiera tenido que dejar ir a final de la temporada que ahora empieza-, y en puntal de la selección, tras haber sido ya figura de la sub 21 en la conquista de la Eurocopa.
Özil no es el primer jugador de origen turco que destaca en el fútbol alemán -su más claro precedente fue Mehmet Scholl-, pero sí es el primero que cumple un papel destacado en la selección absoluta.
Otros jugadores de origen turco nacidos y crecidos en Alemania optaron por jugar internacionalmente para Turquía, como los hermanos Halil y Hamid Altintop, ambos nacidos en Gelsenkrichen.
Pero para su padre y manager, Mustafá Özil, Mesut es "alemán", en casa se vive "como alemanes" y a su hijo le correspondía jugar en la selección blanca. Y, en lo privado, Mesut también parece decantarse por lo alemán: su novia, Anna Maria Lagerblom, de 28 años, es la hermana de la estrella del pop Sarah Connors, que pese a ese nombre artístico anglosajón es cien por cien germana.
Löw le hizo debutar en cuanto Mesut se decidió por esta identidad futbolista, primero en un amistoso ante Noruega el 11 de febrero de 2009, y luego en un partido oficial contra Azerbaiyán, con el que quedó ligado a la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
Para Angela Merkel, su presencia con los de Löw es una muestra de la integración de la comunidad turca en la sociedad alemana, en una selección donde lo común empieza a ser el origen extranjero -sea entre los "veteranos" como Lucas Podolski a Miroslaw Klose, ambos de raíces polaca, o los nuevo Özil, Khedira o Boateng, de Ghana-.
Entre la comunidad turca hubo cierta decepción y hasta insultos, y tras debutar con Alemania su página web fue bombardeada con mensajes insultantes, lo que obligó a bloquearla.
La cuestión de su identidad nacional podrá levantar polémica, pero sobre el césped no hay discusiones.
Los elogios empezaron con la temporada que hizo en el Werder Bremen en 2008/2009 que lo convirtieron en el sucesor del brasileño Diego cuando éste se marchó a la Juventus.
Özil coronó la temporada con el gol en la final de la Copa de Alemania que dio la victoria al Bremen ante el Bayer Leverkusen.
Luego, vino todo lo que hizo en la Eurocopa sub 21, donde condujo a Alemania hacia al título y fue el mejor jugador del torneo.
Finalmente, se volvió de Sudáfrica con la frase de Löw que obliga a mucho: "Rindió claramente mejor que Messi. En parte, porque (el argentino) jugó en una mala posición. Fue extraordinario".