Jan Oblak, el muro del At. Madrid. La fórmula del éxito del Atlético en esta Liga pasa por rentabilizar los pocos goles que marca y, a la vez, tratar de encajar los menos posibles. Tiene mérito. Oblak llegó a Madrid en el verano de 2014 para cubrir el inmenso vacío de Courtois y en su debut encajó tres goles ante el Olympiakos. Con el tiempo se rehizo, desbancó a Moyà y ahora es uno de los sustentos de este Atleti.