Nueva era Bermúdez, nuevo título y herida cicatrizada

España volvió a hacer historia al levantar su segunda Liga de Naciones, su tercer título en tres años, para abrir la nueva era de Sonia Bermúdez y cicatrizar la herida que la nueva seleccionadora quiso cerrar con su llegada al banquillo de la Selección.

Bermúdez incluyó en su primera lista de convocadas a la central Mapi León, que ha regresado al equipo más de tres años después del inicio de la crisis en el fútbol femenino español que acabó estallando con el beso no consentido en 2023 de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, que también regresó un año después de su última convocatoria.

Esa lista para las semifinales de la Liga de Naciones contra Suecia disputadas a finales de octubre fue una declaración de intenciones. La seleccionadora tenía el propósito de cerrar las heridas del pasado y el martes en el Metropolitano parecieron cicatrizadas.

Con Bermúdez manteada por todas sus futbolistas en la celebración del título, un gesto llamativo que muestra la gran complicidad del grupo con la seleccionadora pese al poco tiempo al frente del equipo, las españolas desplegaron un gran fútbol.

En España se ha forjado una generación ganadora que antes del Mundial de Australia y Nueva Zelanda en 2023 parecía impensable.

Después de los varapalos en los dos últimos veranos con un cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de París 2024 y el subcampeonato en la Eurocopa de Suiza 2025, la selección volvió a ganar, y de qué manera.

De igual forma que en las semifinales se ganó a Suecia, una Selección a la que no hace tanto tampoco se lograba ganar, Españase impuso por segunda vez en su historia a la octacampeona de Europa después de una ida de la final en Kaiserslautern que terminó sin goles y con una versión gris de España.

Alemania, que privó a España de su medalla de bronce olímpica, sucumbió al fútbol coral de la selección española como ya hizo en la semifinal de la Eurocopa este verano, donde Aitana Bonmatí marcó en la prórroga el tanto para pasar a la final.

Esta vez, Ann-Katrin Berger no fue un muro infranqueable y España marcó tres goles de bella factura en doce minutos, dos de Claudia Pina, mejor jugadora de la final y pichichi de la competición empatada a ocho tantos con la belga Tessa Wullaert, y otro de Vicky López, que suplió en el once a la lesionada Aitana Bonmatí.

España demostró su madurez y volvió a disfrutar de la gloria del triunfo. El trono de la Liga de las Naciones sigue siendo de una generación de oro liderada por la veteranía de la capitana Irene Paredes hasta la joven Vicky López, que volvió a demostrar, como ya lo hizo en Suiza, que está más que preparada para ser titular pese a su juventud.

Junto a Irene, estuvieron Alexia Putellas, nombrada mejor jugadora de la fase final, y Jenni Hermoso, que salió en el minuto 80 ovacionada por todo el estadio en su ciudad natal, que estableció un nuevo récord de asistencia a un partido de la selección femenina en España con 55.843 aficionados en las gradas.

“No quiero pensar en nada más. Me siento muy orgullosa de vestir esta camiseta, de ganar un título más y de seguir disfrutando del fútbol. Ha costado mucho, no te voy a mentir. Han sido muchos meses de trabajo, de pensar en volverme a poner esta camiseta".

"A veces todo tiene su recompensa y hoy estoy tremendamente feliz porque con este grupo, con este equipazo, con la selección, que seguimos siendo el mejor equipo del mundo, puedo seguir haciendo lo que me gusta", dijo la madrileña emocionada.

Pese a que esta generación ha ganado mucho, ninguna se acostumbra. Paredes recordó que “he perdido mucho más que he ganado” y que “a esta Selección nos encanta competir”.

Ellas siempre quieren más. “Queremos seguir inspirando”, dijo Alexia, que reconoció que fue “una de las noches más mágicas” de su carrera. España sigue agrandando su leyenda y convirtiéndose en una de las mejores potencias de la historia del futbol femenino.