El Hipódromo de Madrid volvió a ser el escenario perfecto de las Noches del Hipódromo donde se unió una extensa oferta de ocio nocturno con carreras de caballos que iluminaron con sus galopes una noche más el cielo madrileño.
Se disputaron tres pruebas en la pista de fibra en las que se dieron cita jockeys profesionales, jinetes jóvenes y amateurs. Estas últimas, son unas pruebas fundamentales que sirven como cantera para aquellos que aspiran a convertirse en promesas de este deporte.
Primera carrera
Premio Terboch, reservado a amazonas y gentlemen quienes se enfrentaron en una prueba de 1.900 metros. El caballo de seis años Drover, y el caballo de ocho años Kuwazs, expertos en la pista de arena, partían como favoritos.
Drover confirmó el pronóstico consiguiendo la victoria conducido por el gentleman Eder Fernández. La segunda posición fue a parar a Kuvsz con Diego Sarabia, quien luchó cabeza a cabeza en los últimos 200 metros con el vencedor. El bronce para Atretha con la monta de Pérez.
Segunda carrera
Premio Terraza Panthera, la carrera de velocidad de la jornada estaba destinada para aprendices y jinetes profesionales. La yegua de tres años Perfect Sunrise montada por el jinete veterano, José Luis Borrego, hizo la carrera de punta a punta.
New Jack Swing y Truhan se mantuvieron al acecho, y Adrián Martínez, jinete de New Jack Swing, a la salida de la curva del Pardo quiso atacar y sobrepasar a la yegua ganadora, pero Perfect Sunrise ya era imbatible al llevar una distancia de cinco cuerpos.
Tercera carrera
Premio Dom Alain. Los cuatro participantes de la prueba se presentaban con buenas opciones para ganar esta carrera dotada con una distancia de 1.900 metros. Desde la salida el pelotón se mantuvo compacto hasta la llegada de la última curva.
A falta de 200 metros para la línea de meta City Master, montado por Luis Fonseca, dio el sprint final para dejar atrás al resto de participantes, imponiéndose por más de siete cuerpos de distancia.