Neymar se consagra con un partido total

  • Ha demostrado que no se arruga ante nada ni ante nadie
  • Luis Enrique: "Neymar entiende el fútbol así, nadie lo cambiará"

El brasileño Neymar Jr., que se ha añadido a la nómina de líderes del Barça que capitanea Messi, necesitaba un partido grande para consagrarse como el de anoche en el Calderón, donde cuajó una faena inmensa, como ingrediente más resaltado de todas las salsas originadas en un encuentro total.

El Barcelona dio un nuevo golpe al Atlético de Madrid -el tercero de la temporada-, equilibrado parcialmente los batacazos que se llevó el curso anterior contra el mismo oponente -no le ganó en ninguno de los seis partidos que jugaron-, pero éste resultó letal, al superar los cuartos de final y encarar la Copa del Rey en un cuadro donde ya tampoco aparecerán ni el Real Madrid ni el Valencia.

NO SE ARRUGA ANTE NADA NI ANTE NADIE

El temor de que el Barcelona pudiese frenarse en seco tras un arranque de año espectacular -a excepción del tropiezo en Anoeta- cobró fuerza cuando Torres, antes del minuto 1, empató la eliminatoria, situación que dio un giro extraordinario cuando Neymar empezó a erigirse en el icono del equipo.

El brasileño, una vez más, ha demostrado que no se arruga ante nada ni ante nadie. Le patinan las críticas, los empujones y las patadas. Él sólo entiende de fútbol, de marcar goles y de vivir una historia apasionante en el Barça junto a Messi. Y Messi, encantado de la vida.

El argentino, santo y seña del Barcelona, sigue siendo el jugador a quien se busca para que desatasque los partidos, pero cada día que pasa entiende que Neymar le tiene que echar un cable, y dados los resultados la cosa le está yendo al Barça por buen camino.

Ahora sólo falta que el uruguayo Luis Suárez, una pieza básica en la mayoría de cosas buenas que pasan en la ofensiva azulgrana, ajuste la mirilla y empiece a marcar goles en la proporción de ocasiones que le caen en los pies para que el conjunto de Luis Enrique disponga de una tripleta única.

UN PARTIDO PARA ENMARCAR

La sociedad Messi-Neymar, que tenía al brasileño como un gregario aventajado del argentino, crece exponencialmente a partir del encuentro de anoche del segundo, quien ha borrado de un plumazo cualquier duda que aún podía planear en el barcelonismo de si el jugador que ha costado casi 100 millones de euros está capacitado para llegar a ser algún día un grande en el Camp Nou.

Ney ya tiene su partido para enmarcar, su encuentro a partir del cual el brasileño podrá decir que todo empezó en Madrid. Dos goles en el Calderón, líder y héroe de la clasificación del Barcelona para semifinales y gladiador en todas las salsas y batallas. No se arrugó ante nada ni nadie.

A diferencia del Atlético de Madrid que salió ovacionado la pasada campaña del Camp Nou cuando ganó la Liga, anoche en el Calderón nadie le lanzó una flor a los azulgrana a pesar del buen partido que cuajó, aunque en el vestuario catalán todos reconocieron que había nacido una nueva estrella para el equipo.

A partir de ahora, a Ney se le va a exigir tanto como a Messi, porque su potencial de crecimiento es enorme. A él se le va a reclamar que cuando las cosas se tuerzan se eche el equipo a la espalda y dé un paso al frente Tras la actuación de anoche, ya nadie en el Barcelona duda de que si las cosas se ponen feas cuando se llame a rebato Neymar acudirá sin rechistar a darlo todo, incluso a partirse la cara por los azulgrana.

El panorama en el Barcelona da un vuelco considerable con la clasificación para semifinales. De la crisis que hace unas semanas casi se lleva por delante a la institución (se han adelantado las elecciones para reducir la crisis social latente) se ha pasado a observar a un equipo que nada tiene que ver con la indolencia del grupo del año pasado y que proyecta confianza, y con la aparición de un panorama deportivo que se muestra esperanzador, con Liga, Champions y Copa por jugarse.