Rafa Nadal y Novak Djokovic avanzaron a octavos de final de Roland Garros con sensaciones diferentes, de dudas en el caso del español, que no está desplegando su mejor tenis, mientras que el serbio no da señales de debilidad.
El español no está jugando buen tenis en su camino para conquistar su octava Copa de los Mosqueteros y si en los dos primeros encuentros cedió una manga en cada uno, en el de hoy frente al italiano Flavio Fognini se impuso en tres sets pero sin brillo.
El español reconoció que el juego mostrado hasta ahora no le servirá para renovar su título y achacó los problemas a la ansiedad que le provoca Roland Garros, que ya le afectó en el pasado durante la primera semana de torneo, lo que no le impidió ganar.
Esa falta de tranquilidad le ha hecho bajar el nivel. Fognini, al que ganó con soltura hace dos semanas en Roma, le derrotó con problemas, sobre todo en la primera manga, en la que el transalpino arriesgó en cada bola y tuvo bastante éxito.
Nadal tuvo que refugiarse en la paciencia, en el aguante de su juego. En el sufrimiento. Y como en primera ronda contra el alemán Daniel Brands y en segunda frente al eslovaco Martin Klizan, la receta fue suficiente para superar rondas.
"Pero solo con sufrimiento no ganaré el torneo", advirtió el español, que señaló con ironía que si no es capaz de elevar su nivel de juego, de reencontrarse con el tenis que mostró en Madrid y en Roma, en un par de días estará pescando en su Mallorca natal.
Ahora tendrá un día descanso, del que no gozó ayer por culpa de la lluvia, para preparar su duelo contra el japonés Kei Nishikori, al que ha ganado en las cuatro ocasiones que lo ha afrontado.
Pero a sus 23 años, Nishikori es el primer tenista nipón en meterse en octavos de final de Roland Garros en 75 años y emerge como una de las figuras destacadas del tenis de los próximos años.
Las dudas que derrocha Nadal se convierten en certidumbres en el caso de Djokovic. El serbio no ha perdido un set, no ha tenido un momento de presión ni de tensión y ha alcanzado los octavos de final sin necesidad de mostrar de lo que es capaz.
Tenía hoy la prueba más dura hasta el momento, otro joven prometedor al que los augurios colocan entre los mejores de los próximos años, el búlgaro Grigor Dimitrov, de 22 años y que muchos comparan ya con Roger Federer, porque entrena con el mismo técnico que el suizo en sus inicios, Peter Lundgren, quien considera que, a sus años, el helvético estaba menos hecho.
Dimitrov le había derrotado en Madrid y el partido prometía un duelo explosivo. Pero fue un paseo militar para el serbio, el tercero de Djokovic, que se impuso por 6-2, 6-2, 6-3 en poco más de hora y media.
Su rival será el alemán Philipp Kohlschreiber, que venció al rumano Victor Hanescu por 6-0, 7-6(0), 6-1.
La sorpresa de la jornada fue la eliminación de del serbio Janko Tipsarevic, octavo favorito, a manos del ruso Mikhail Youzhny, vigésimo noveno, por 6-4, 6-4, 6-3.
Su rival en octavos será el alemán Tommy Haas, duodécimo cabeza de serie, que ganó al estadounidense John Isner 7-5, 7-6(4), 4-6, 6-7(10) y 10-8 en un maratón de 4 horas y 37 minutos.
El otro encuentro de octavos lo disputarán el francés Richard Gasquet, séptimo favorito y el suizo Stanislas Wawrinka, noveno.
El galo se deshizo del ruso Nikokay Davydenko por 6-4, 6-4, 6-3, mientras que el helvético acabó con el polaco Jerzy Janovwicz por 6-3, 6-7(2), 6-3, 6-3.
En el cuadro femenino se clasificaron para octavos de final la defensora del título, la rusa Maria Sharapova, segunda favorita, que tuvo más problemas de los previstos contra la china Jie Zheng (6-1, 7-5) y la tercera, la bielorrusa Victoria Azarenka, que acabó con la francesa Alize Cornet por 4-6, 6-3, 6-1.
La serbia Jalena Jankovic acabó contra pronóstico con la australiana Samantha Stosur, novena favorita (3-6, 6-3, 6-4), mientras que la décimo tercera cabeza de serie, la francesa Marion Bartoli, perdió frente a la italiana Francesca Schiavone (6-2, 6-1).