Rafael Nadal no se siente favorito en la final de Roland Garros que mañana jugará contra David Ferrer, pero asegura que su torneo ha sido "positivo" porque aunque tardó en producir su mejor tenis, cuando lo necesitó jugó a su mejor nivel.
"Ha sido el Roland Garros más frío que hemos tenido, la temperatura no ha sido la esperada. Hasta hoy creo que ha sido un buen Roland Garros, al fin y al cabo cuando lo he necesitado he jugado a mi mejor nivel", analizó hoy el mallorquín.
"La primera semana no fue ideal, venía mejor en los torneos previos y sin jugar tan bien entré en la segunda semana. Llegaron rivales de alto nivel y he conseguido responder con alto nivel. Esto quiere decir que la cabeza está fresca para asumir retos, buscar soluciones, pelear y estar atentos a lo que pueda venir", agregó.
"He aceptado bien las adversidades, los momentos negativos de mi juego o porque los rivales estaban jugando bien. Por eso estoy aquí", indicó.
Pese a que sobre el papel tiene todo a favor para ganar la final de mañana, Nadal indicó que no se siente favorito.
"No soy el favorito, he llegado a la final y voy a afrontarla con el objetivo de jugar bien, como el resto de los partidos del torneo. Es importante llegar con buenas sensaciones a la final", indicó.
El mallorquín reiteró las alabanzas a su rival de mañana, que consideró "un amigo" y del que dijo que "merecía desde hace mucho tiempo una final de Grand Slam".
"No ha perdido ningún set, juega extremadamente bien, perfecto, yo también tengo que jugar perfecto. Lo voy a intentar. Será un día grande para nuestro deporte en España. Es difícil tener a dos españoles en una final de Grand Slam, es una fantástica oportunidad para nosotros", comentó.
Nadal recordó que en las dos últimas confrontaciones con Ferrer "fueron muy ajustas" y auguró también un partido cerrado.
Pero la indulgencia se acabará cuando comience la final. "Cuando salgo a la pista a jugar cualquier partido no pienso en lo que el tenis le debe al rival. David es un gran jugador que por momentos en toda su carrera ha merecido más de lo que ha tenido, pero su recompensa va llegando. Se lo merece más que nadie por su actitud, por su no rendición en ir mejorando su tenis. Yo solo pienso en lo mío, en hacerlo lo mejor posible", afirmó.
"Si pierdo, a la larga estaré feliz por él, que sé que es una buena persona, uno de los jugadores con los que tengo mejor relación y es español y amigo. A la hora de perder, mejor que sea contra él", comentó.
El tenista, que mañana opta a levantar su octava Copa de los Mosqueteros, afirmó que no hizo nada especial tras el épico partido que ayer, viernes, ganó al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic en semifinales y que superó las 4 horas y media de juego.
"El torneo no está acabado. Hoy tenía las mismas ganas que anteayer de ir a la pista. Me queda un partido y tengo que estar al cien por cien. He entrenado a conciencia, no más tranquilo que otros días", dijo.
Reconoció que el duelo contra Djokovic le dejó "un poco cansado", pero que se encuentra en condiciones de afrontar la final.
"Al día siguiente de un partido como el de ayer, uno tiene miedo de que se despierten problemas, pero no ha sido el caso. He tenido buenas sensaciones durante el entrenamiento, he golpeado la bola 45 minutos, esta tarde voy a descansar y recuperar para estar en forma mañana", dijo.