Rafa Nadal ha completado su segunda jornada de adaptación a las pistas de hierba con vistas a su participación en el Campeonato de Wimbledon, con un exhaustivo entrenamiento en el Mallorca Open WTA junto a Carlos Moyà, integrante de su equipo técnico. Nadal ha incrementado de manera notable la intensidad de su preparación para hacer frente a los cambios radicales en su juego que le exigirá pasar de la tierra batida a la hierba.
Moyà, durante más de dos horas y bajo un fuerte calor, ha exigido a fondo al segundo jugador del mundo en la clasificación ATP con el objetivo de que asimile la irregularidad en el bote bajo y veloz de la pelota.
INTENSO ENTRENAMIENTO
Nadal ha trabajado hasta la extenuación con los cambios de alturas y direcciones que le obliga la hierba, sobre todo, con su derecha, revés y voleas cortadas para hacer frente a las bolas profundas que le lanzaba Moyà, ex número uno del mundo.
Su tío y entrenador, Toni Nadal, ha intervenido en varias ocasiones para dar consejos a su pupilo en la tarea de adaptación de la hierba y muchos de los golpes del ganador de quince Grands Slams han sido premiados con aplausos de los aficionados que han presenciado la sesión de entrenamiento.
RUTINA
Nadal y su equipo llegan alrededor de las diez de la mañana a las pistas de Santa Ponça y tras una sesión de calentamiento, inician de inmediato una rutina de entrenamiento especifica para las pistas de hierba.
Una vez acabada la sesión, que siempre finaliza con Nadal en las tareas de servir y restar a los potentes servicios de Moyá, el tenista de Manacor firma autógrafos y se fotografía con sus seguidores, antes de abandonar las instalaciones situadas en el municipio mallorquín de Calviá.