Rafa Nadal se vio sorprendido (6-2, 7-6(4)) por el joven croata Borna Coric, de 17 años, en los cuartos de final del torneo de Basilea, un duelo en el que el mallorquín ofreció una pobre versión condicionado por su falta de ritmo y por una afección de apendicitis por la cual hoy mismo se conoció su baja para el Masters 1.000 de París y la Copa de Maestros.
El potencial de Coric, sin experiencia ATP pero con un US Open junior en su bolsillo, quedó probado con un tremendo partido para derrotar al 14 veces ganador del Grand Slam. El mayor logro de su corta carrera llegó en un serio recital en el que primero se aprovechó de los errores y el mal día de Nadal y después supo aguantar el amago de reacción de su prestigioso rival.
NO TUVO SU DÍA
A pesar de la falta de ritmo, tras su temprana eliminación de Shanghai afectado por una apendicitis que sigue sin operar y trata con fuertes antibióticos cuando recién se recuperaba de la lesión en su muñeca derecha, lo cierto es que Nadal no tuvo un buen día. En el primer set sucumbió ante la agresividad de su rival, que sumó con desparpajo un break tras otro, y cometió hasta 19 errores no forzados.
Con un 6-2 en su marcador, después de ponerse 5-0, Coric no se amilanó en el segundo set. Nadal seguía muy fuera de la pista, intercambiando buenos golpes con errores, mientras que el joven croata parecía de hielo. Ambos se salvaron de perder su saque en el octavo y noveno juego y el parcial llegó a la muerte súbita. Ahí, como en todo el partido, el saque de Coric no falló y Nadal hincó la rodilla.
Coric, 124 del mundo y que se medirá a David Goffin en sus primeras semifinales ATP, entró de lleno en el panorama mundial ante un Nadal sin ritmo y que no se encontró en ningún momento a pesar de que en las dos primeras rondas parecía haberse olvidado de la mala racha de obstáculos en la recta final de la temporada. Una temporada que poco después de caer en Basilea dio por terminada al anunciar su baja para Londres para tratar su apéndice.
