Mourinho, técnico del Real Madrid, reiteró sus quejas por el calendario tras conocer que jugará ante el Atlético de Madrid en sábado tras hacerlo en Liga de Campeones el miércoles frente al Lyon, y comparándose con el Barcelona, que tras jugar este martes lo hace el domingo, afirmó que "quieren acabar con la Liga la próxima semana".
Hace dos días Mourinho dio un efusivo abrazo a su capitán Iker Casillas ante las cámaras. Fue justo tras conocer el calendario de la jornada 29, en la que el Real Madrid jugará el derbi madrileño el sábado en el estadio Vicente Calderón. Cedía al deseo de Casillas de no realizar concentraciones para los encuentros en Madrid, pero con una estrategia, la de no convocarle para ayudar a sentenciar la Liga.
"No es ningún premio y no he dicho que sea toda la plantilla la que no se concentre. A lo mejor es Iker el que no va convocado y no va a la concentración. Quieren acabar con el campeonato la próxima semana. A lo mejor doy una ayuda para que se acabe el campeonato", manifestó en rueda de prensa en la ciudad deportiva de Valdebebas.
Con la misma rotundidad aseguró Mourinho que al próximo fallo de su equipo el título será para el Barcelona. "Estamos en una situación que el próximo punto que perdamos en el campeonato, a pesar de que matemáticamente estará abierto, no soy tonto y si aumenta la distancia actual el campeonato está perdido".
Denunció nuevamente el técnico portugués la diferencia en el trato que recibe el Real Madrid respecto al Barcelona. "Cuando un equipo juega martes Champions y después domingo Liga, y otro lo hace el miércoles y sábado no puedo decir que dan nada al Real Madrid, ni que hay condiciones iguales para competir, ni que la reglas son las mismas. No son las mismas para todos. Ha ocurrido desde el inicio".
"Las condiciones son distintas y la competición no es abierta. A lo mejor nos encontramos dos horas antes del partido y como a Iker no le gustan las concentraciones pues que no vaya y que lo haga al que le guste. Los aficionados que estén tranquilos porque estaremos en el partido para luchar", añadió.
En sus mensajes rumbo a Barcelona, Mourinho acabó mostrando con ironía su sorpresa, porque se debata sobre la expulsión del delantero holandés del Arsenal Van Persie en el Camp Nou. Recordó lo que él vivió la pasada temporada con el Inter y los penaltis que pidió el Chelsea hace dos años, en su duelo con el equipo de Pep Guardiola.
"No puedo hablar porque cuando soy crítico salen todos los comités, el de árbitros, antiviolencia. No puedo hablar mucho pero este debate de la última semana en relación al partido de Champions es un debate que no entiendo porque el año pasado pasó igual ante el Inter y hace dos años con el Chelsea y no se ha hablado tanto. No vale la pena comentar mucho", sentenció.