Dallas Mavericks y Miami Heat se medirán a partir del próximo martes en el asalto definitivo por el anillo de la NBA, después de que el equipo de Florida eliminara la pasada madrugada a unos Chicago Bulls que fueron el mejor equipo de la liga regular, pero que en los 'play-offs' han acusado su excesiva dependencia del 'MVP' del año, Derrick Rose.
Dallas y Miami solo han jugado una final de la NBA en su historia y curiosamente se vieron las caras entre ellos, concretamente hace cinco años, cuando los Mavericks se plantaron como favoritos, pero sucumbieron en seis encuentros (4-2) víctimas de la inspiración de Dwayne Wade, 'MVP' de aquella final.
En esta ocasión los pronósticos se revierten y, a priori, Miami parte con un ligero favoritismo tras barrer en cinco partidos a los Bulls (4-1). La cuarta y definitiva victoria se produjo la pasada madrugada en el United Center (80-83), donde los hombres de Erik Spoelstra culminaron una gran remontada.
Guiados una noche más por Derrick Rose, mejor hombre de su equipo con 25 puntos y 8 asistencias, los Bulls ganaban por 12 puntos (77-65) a falta de 3:14 para la conclusión. En ese momento, la defensa visitante anuló a la estrella local y Lebron James, secundado por Wade, se destapó con dos triples y un lanzamiento de dos casi consecutivos para poner por delante a su equipo a falta de medio minuto (79-81).
En la siguiente jugada, 'King James', máximo anotador del choque con 28 tantos, cometió falta sobre Rose, al que se le encogió el brazo y solo pudo anotar el primer tiro libre (80-81). A continuación, Crish Bosh no falló los dos que lanzó (80-83) y la última posesión fue un buen resumen de la eliminatoria, ya que Rose lanzó un triple a la desesperada encimado por Udonis Haslem y Lebron, que taponó el tiró y cerró la final de la Conferencia Este.
De esta forma y tras una temporada que no ha sido un camino de rosas, el famoso 'Big Three' de Miami podrá disputar un anillo que a James se le resiste desde que dio el salto a la NBA en 2003. Pese a que cuentan con el factor cancha a favor, Lebron, Wade y Bosh no lo tendrán fácil frente a unos Mavericks enrachados, que vienen de eliminar a los vigentes campeones Lakers y cuentan con un Dirk Nowitzki prácticamente imparable a día de hoy.