Cuatro partidos, tres semanas, doce puntos en juego y el Alcorcón depende de sí mismo para lograr la permanencia, un objetivo que perseguía desde hace tiempo y ante el que ha empezado a hacer cuentas dado lo apretado de la zona baja.
Ocho equipos en ocho puntos, entre los 36 del colista, el Albacete, y los 44 del decimoquinto clasificado, el Zaragoza, han apretado la tabla hasta el punto que a falta de cuatro partidos todos tienen opciones de bajar y de mantenerse.
Calendario complicado
El Alcorcón, que ha sumado 10 de los últimos 15 puntos en juego, tiene por delante un calendario complicado porque se enfrenta a tres de los equipos de la zona alta y a otro que es un rival directo por la permanencia.
"Esto es duro, va a ser así hasta el último segundo y se va a decidir por detalles. Lo único que tenemos que hacer es competir y hacer las cosas como sabemos. Esta categoría es complicada para todos. El que mantenga la tranquilidad, la calma y sepa sufrir tiene mucho terreno ganado", confesó Anquela, en su última conferencia de prensa.
Necesita dos victorias
Las cuentas que maneja el Alcorcón son que, de los cuatro partidos que restan, al menos habría que ganar dos, una cifra con la que este curso confían se logre la permanencia, para no revivir los fantasmas de la campaña 2016/-017, cuando lograron la salvación en una agónica última jornada ganando al Lugo en Santo Domingo.
Precisamente el estadio alfarero podría ser juez de la continuidad o no del equipo en Segunda, puesto que en casa recibirán al Sabadell, ahora mismo en descenso con 40 puntos, y al Espanyol, que ya ha logrado el ascenso a Primera y llegará al último partido de Liga sin ningún objetivo tangible.