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El Madrid se despide cuarto de la Euroliga y el Panathinaikos recupera el cetro europeo
- El conjunto ateniense supera además al Maccabi en el palmarés de este torneo
El Montepaschi Siena ha conseguido imponerse con autoridad al Real Madrid (62-80) en el partido por el tercer y cuarto puesto de esta 'Final Four' de la Euroliga, en un duelo en el que fueron siempre arriba y no dieron opción alguna para que el equipo español se despidiera de su primera final en quince años con un buen sabor de boca.
No estuvieron nada acertados los de Emanuele Molin, siempre a remolque de un Montepaschi que supo jugar con el tempo del partido e incluso se permitió momentos de relajación en los que los blancos pudieron acercarse al marcador. Siempre con el control de la final de consolación en sus manos, Pianigiani le ganó la batalla a su colega y compatriota.
El Madrid estuvo más acertado en el tiro que en la semifinal contra Maccabi Electra, superando incluso a Siena en efectividad en tiros de dos, aunque pagó caro su 1/9 inicial en triples y no supo aprovechar el ser, como habitualmente, superiores en rebote. No obstante, la clave estuvo en las 19 pérdidas de balón.
Tras la semifinal, Molin lamentó no haber sabido leer correctamente el partid y pagar la inexperiencia. Lejos de aprender la lección, como pidió, sus jugadores volvieron a estar erráticos e indecisos en muchos lances del juego, lo que les sentenció a la derrota y a volverse a Madrid con otro duro resultado en contra.
Tan solo Sergio Llull estuvo a la altura en anotación (23 puntos) y fue el único en pasar de los diez puntos, un lastre considerable. Por contra, los italianos jugaron con más temple y una buena selección de tiro les fue catapultando en el marcador. Liderados por Lavrinovic en la pintura y McCalebb y Moss desde fuera, consiguieron otro tercer lugar a sumar a su historial.
Ya de inicio, Siena se fue diez arriba (2-12) ante la permisividad de la defensa del Real Madrid, que no encontró la fórmula para detener a Lavrinovic y Rakovic dentro ni a la movilidad de Moss y Zisis por fuera, que mantenían las diferencias por encima de los diez puntos sin dar así opciones de remontada al Madrid.
Eso sí, un buen final de segundo cuarto puso a los blancos cuatro abajo y con la sensación de que una mejora de juego podía meterles en la lucha por el tercer puesto. No fue así y, de nuevo, el tercer cuarto empezaron muy fríos y ya no pudieron atrapar al Montepaschi, que aceleró hasta el final del partido llegando a coger distancias de 18 puntos y poner así el 62-80 definitivo.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: REAL MADRID, 62 - MONTEPASCHI SIENA, 80.
--EQUIPOS.
REAL MADRID: Prigioni (1), Llull (23), Suárez (1), Tomic (8), Reyes (8) --cinco inicial--; Mirotic (6), Rodríguez (0), Velickovic (7), Begic (4), Fischer (4) y Tucker (0).
MONTEPASCHI SIENA: Jaric (2), Moss (11), Hairston (4), Lavrinovic (17), Rakovic (8) --cinco inicial--; McCalebb (10), Zisis (9), Carraretto (5), Kaukenas (8), Ress (4), Michelori (2) y Aradori (0).
--PARCIALES: 11-19, 21-17, 13-21 y 17-23.
--ÁRBITROS: Christodoulou (GRE), Boltauzer (ESL) y Viator (FRA). Sin eliminados.
--PABELLÓN: Palau Sant Jordi, 13.000 espectadores.
El Panathinaikos recupera el cetro europeo
El Panathinaikos ganó al Maccabi Electra Tel Aviv (70-78) y conquistó la sexta Euroliga de su historia, recuperando la corona que el año pasado se quedó el Regal Barcelona. Y lo hizo en el Palau Sant Jordi, el escenario en el que el conjunto azulgrana debía, a priori, alargar su hegemonía en la máxima competición continental.
Con esta victoria, el conjunto ateniense supera además al Maccabi en el palmarés de este torneo e iguala los seis entorchados del CSKA de Moscú, quedándose a tan solo dos del rey de esta competición, el Real Madrid.
El partido entre los dos grandes dominadores del baloncesto europeo de la última década se rompió en el tercer cuarto, cuando el PAO, gracias a su intensidad defensiva y una serie de aciertos en el tiro exterior, logró una renta de once puntos que supo administrar en el tramo final.
Fue un encuentro intenso, en la pista y en las gradas, pues además de tratarse de dos de los mejores conjuntos del continente también son dos de los clubes con las aficiones más ruidosas y numerosas de Europa.
El Maccabi se mantuvo en el partido hasta que le aguantó su efectividad en los lanzamientos de tres. Eidson y Pnini empezaron acertados desde los 6,75 y, gracias a eso, los israelíes no perdieron comba en el marcador durante la primer mitad.
El Panathinaikos, por su parte, se movió desde el inicio al ritmo que marcaba Diamantidis, el mejor jugador de esta competición. El base griego, penetraba, dividía, y el resto ya era cosa de Batiste, Vougioukas y compañía.
Dos tiros libres de Blu pusieron al Maccabi por primera vez por delante (13-11, min.6). Pero entonces, el cuadro heleno le endosó un parcial de 11-2 para cerrar el primer cuarto con una ventaja de siete puntos (15-22).
La culpa la tuvieron unas cuantas pérdidas de balón seguidas y la nefasta serie de tiros de dos (1/10) con la que el conjunto judío finalizó este primer período.
Con Schortsanitis muy bien defendido por Maric (0 puntos del pívot griego en la primera mitad), al equipo de David Blatt solo le quedaba el plan A: mover rápido el balón de dentro a fuera hasta encontrar una clara posición de tiro en uno de sus 'bombarderos'.
Cuando el Maccabi recuperó su acierto en los triples -Blu anotó dos de forma consecutiva- el marcador volvió a estrecharse justo antes del descanso (30-33).
Empezó mejor el Maccabi tras la reanudación. Con un juego más equilibrado y mejor porcentajes de tiro. Una penetración de Pargo y la primera canasta de Schortsanitis lo pusieron por segunda vez por delante en todo el encuentro (36-35, min.22).
Pero sin juego interior es difícil sorprender a un equipo como el de Zeljko Obradovic. El PAO volvió a responder con contundencia. Dos triples de Sato y una canasta de Nicholas firmaron un parcial de 8-0 que devolvía los siete puntos de ventaja a los griegos (36-43, min.25) y obligaba a Blatt a pedir un tiempo muerto.
La terrible defensa helena y tres triples casi consecutivos -dos de Sato y uno de Nicholas- dispararon definitivamente al conjunto ateniense (43-54, min.30).
El último cuarto fue un quiero y no puedo del Maccabi. Pargo, Eliyahu y Eidson se echaron el equipo a la espalda hasta colocarse cinco abajo (64-69), a falta de 1:20 para el final.
Pero entonces apareció la conexión Diamantidis-Batiste para sellar la victoria helena y agrandar la leyenda de Obradovic: ocho títulos de Euroliga con cuatro equipos diferentes.
- Ficha técnica:
70 - Maccabi Electra Tel Aviv (15+15+13+27): Pargo (12), Eidson (17), Pnini (8), Eliyahu (12), Schortsanitis (4) -cinco inicial- Blu (14), Hendrix (-), Burstein (-), Macvan (3) y Sharp (-).
78 - Panathinaikos (22+11+21+24): Diamantidis (16), Calathes (4), Sato (13), Fotsis (5), Vougioukas (4) -cinco inicial- Batiste (18), Maric (2), Perperoglou (2), Nicholas (14), Tsartsaris (-), Kaimakoglou (-) y Tepic (-).
Árbitros: Juan Carlos Mitjana (ESP), Luigi Lamonica (ITA) y Robert Lottermorser (GER). Eliminaron por cinco faltas personales a Pnini (min.40).
Incidencias: Final de la Euroliga 2011 disputada en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante unos 16.000 espectadores