El Real Madrid viaja a Belgrado para enfrentarse este jueves al Estrella Roja, en la decimocuarta jornada de la Euroliga, con el claro propósito de buscar una victoria que le reafirme en los primeros puestos de la clasificación y le aporte tranquilidad para los próximos compromisos. Tras vencer con suficiencia al Brose Bamberg en Madrid, en menos de 48 horas llega el partido ante el Estrella Roja, un histórico europeo en plena curva ascendente.
Viajar a Belgrado para enfrentarse al Estrella Roja en la sala Pionir era una especie de prueba que todo baloncestista de elite tenía que superar para ser alguien en el mundo de la canasta. Ahora en el Kombank Arena, con capacidad para veinte mil espectadores, el ambiente sigue siendo infernal, pero diferente.
JUGADORES MUY FÍSICOS
Tras su particular travesía por el desierto, el más reconocible de los equipos serbios afronta su cuarta temporada en la máxima competición europea. En la 2013-14 quedó eliminado en la fase de grupos, en la 2014-15, accedió al Top16 y en la temporada pasada llegó a los playoffs. El año pasado el Madrid ya comprobó lo duro que vuelve a ser jugar contra el Estrella Roja en su casa, perdiendo por 94-88 en la fase de grupos.
Apoyado en la calidad y experiencia de Milko Bjelica y Marko Simonovic, el técnico Dejan Radonjic tiene un plantel de jugadores "muy físicos, con grandes tiradores y que juegan con contacto", en palabras del técnico Pablo Laso.
En el Madrid, una vez reincorporados Sergio Llull y Trey Thompkins, está la duda de Anthony Randolph, que no jugó para no arriesgar ante el Brose y, sobre todo, la de Jonas Maciulis que tiene molestias musculares en la parte posterior de la rodilla y a quien no se quiere forzar para evitar males mayores con posterioridad.
El calendario del Real Madrid se complica en las próximas fechas, con otro viaje a Estambul, esta vez para medirse al Anadolu Efes (día 29 de diciembre) y recibir al CSKA Moscú el 6 de enero de 2017 para iniciar la segunda vuelta.