El Real Madrid se apuntó de nuevo, como en el año 2000 en el nacimiento de la Euroliga, a un debut victorioso por 83-65 ante el Olympiacos, guiado de la mano de un Sergio Llull que fue el máximo anotador con 22 puntos. No fue una victoria tan sencilla como puede indicar el marcador a primera vista, ya que el equipo madridista sólo pudo respirar con cierta tranquilidad en los últimos minutos, cuando el equipo griego arrojó la toalla.