Ya han pisado Londres y su Villa Olímpica algunos de nuestros deportistas y otros, de otras selecciones, y el denominador común es el mismo. Londres es un caos.
O nos se llegaba como nos decían, o no se llegaba cuando nos decían o hemos tardado un mundo en llegar. Vamos, que de momento, el orden y la organización, no son precisamente las señas de identidad de estos Juegos.