Los equipos participantes ya han oficializado sus convocatorias y el calendario y los horarios ya están fijados, el primer Mundial de Clubes de la historia ya es una realidad.
Sin embargo, con la inauguración del torneo a la vuelta de la esquina (el próximo sábado), las medidas de "seguridad" Estados Unidos de cara a este compromiso internacional preocupan, y mucho, a los clubes.
Desde una lista negra con miles de personas vetadas a las amenazas del Gobierno con deportar a aquellos que se queden más de la cuenta, USA pretende blindarse ante la llegada masiva de turistas por el Mundial de Clubes.
El zaguero argentino de Boca Juniors Ayrton Costa, cuyo visado para viajar al Mundial de Clubes en Estados Unidos había sido inicialmente denegado, recibió este viernes el visto bueno de la Embajada estadounidense en Argentina y viajará rumbo a Miami para sumarse al equipo que dirige Miguel Ángel Russo.
Fuentes del club argentino informaron que el zaguero obtuvo un permiso temporal para permanecer en Estados Unidos mientras dure el Mundial de Clubes.
El regreso del presidente Donald Trump a la Casa Blanca ha endurecido las restricciones migratorias, despertando inquietud entre los millones de amantes del fútbol que acogerá el país a partir del 14 de junio al 13 de julio.
Al cartel de bienvenida para disfrutar de uno de los eventos deportivos más esperados del año lo acompaña en letra grande una invitación del Gobierno a volver a sus casas y evitar quedarse en territorio estadounidense más tiempo del necesario.
"Que vengan (los aficionados). Queremos que celebren. Queremos que vean el partido, pero cuando se acabe, tendrán que irse a casa", advirtió el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, en una rueda de prensa en la que estaba sentado junto a Trump, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.