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Mikel Landa (1989, Team Sky) debutará en el Tour de Francia a partir del próximo sábado y se muestra dispuesto "a aprender del mejor equipo y del mejor corredor", en referencia al máximo favorito de la carrera, el británico Chris Froome. "Espero aprender del mejor corredor, en la mejor carrera y con el mejor equipo y estar al lado de Froome en la montaña", señala el ciclista alavés, a punto de viajar a Francia para afrontar su primer Tour.

El fin de semana probó sus piernas en los Campeonatos de España disputados en Cocentaina y ahora afronta la carrera francesa, que no estaba en principio en sus planes, los cuales tuvo que cambiar tras su retirada en el Giro. "No, no era el plan al principio de temporada, pero se ha modificado para mal después del abandono del Giro. Pese a todo, he tenido la suerte de tener la oportunidad de correr el Tour de Francia y estoy muy contento", señala.

DESPEJA SUS DUDAS

Tras su paso por el Dauphiné, donde volvió a encontrarse a buen nivel, las sensaciones de Landa volvieron a cotizar al alza.

"Llegué con bastantes dudas y verme otra vez en cabeza y ser útil para el equipo fue muy importante. Recuperarme de la gastroenteritis del Giro fue muy fácil, en tres o cuatro días ya estaba entrenando. Y encontrar la motivación de correr el Dauphiné, primero, y saber que podía correr el Tour, después, fue fundamental tras el bajón del Giro", explica.

Ahora en el Tour de Francia el objetivo del equipo Sky y de Landa está claro: ganar el maillot amarillo con Froome.

"Tenemos un líder que tiene la experiencia de haber ganado dos Tours y un gran equipo a su servicio. Yo voy a poder conocer el Tour, conocer la forma de trabajar y aprender en definitiva. El objetivo no es hacer la general a priori, pero no descarto no aguantar la primera semana y no perder tiempo, aunque sin comerme la cabeza. Yo voy al Tour a ayudar y a aprender", precisa.

SOBRE FROOME

Landa se refirió a Froome como "alguien muy accesible y muy seguro de sus capacidades. Y eso da mucha tranquilidad al equipo. Así que voy a aprender del mejor corredor, en la mejor carrera y con el mejor equipo. Mi aprendizaje es continuo. Ganar en París sería muy bonito y significaría que hemos cumplido nuestro trabajo y con el objetivo. Entonces lo disfrutaremos".

En su mente también tiene los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. "Sí. Es un recorrido que me gusta mucho y me encantaría estar. Para correrlo, antes hay que disputar el Tour y ese primer paso ya lo voy a dar". En el Tour tratará de superar los primeros días de tensión sin ceder tiempo y no perder mucho tiempo en la crono, "lo que me puede permitir luchar por la general. Ahora bien, también he aprendido a ser más realista: de un día de euforia pasé a uno de catástrofe".

Su último test antes del Tour han sido los Campeonatos de España, la contrarreloj. "Fue una carrera complicada porque el Movistar tiene la ventaja de contar con muchos corredores. De todas formas, estoy satisfecho porque para mí era suman un día de competición y dar un apretón al cuerpo antes del Tour.

La contrarreloj fue un cabezonería mía. Era otra oportunidad de aprender ya que rara vez se da una crono de 40 kilómetros. Mi balance es muy positivo", concluye.