James vuelve a sonreír

  • Doblete y protagonismo ante el Sevilla
  • Zidane: "Ha metido dos goles, pero más allá de los goles su trabajo ha sido importante. Me alegro por su partido"

Despidió el 2016 con unas declaraciones repletas de frustración tras no participar en la final del Mundial de Clubes y, tras las vacaciones navideñas que aseguró le servirían para decidir su situación en el Real Madrid, James Rodríguez volvió a sonreír en el inicio del 2017 con un doblete y protagonismo.

Con el apoyo de la afición del estadio Santiago Bernabéu desde que su nombre sonó por megafonía, James firmó su mejor actuación de la temporada. Apenas tres días después de una charla tranquilizadora con Zidenide Zidane en la que aclararon el turbio final de año.

DESPEDIDO CON OVACIÓN

Nadie esperaba las declaraciones de James en Yokohama. Mucho menos tras conquistar el título del Mundial de Clubes el Real Madrid. En la directiva sentaron muy mal pero Zidane las comprendió. Sigue manteniendo vivas muchas cualidades de su etapa de futbolista y sabía exactamente lo que pasaba por la cabeza de un futbolista que no tiene la continuidad que desea y que no había recibido ni un minuto en una final.

No tuvo duda en lanzarle un guiño para aumentar su confianza. Sería titular en el primer partido del año para dejarse la piel y ser despedido con ovación cerrada y gran parte de los aficionados en pie tras 79 minutos que aprovechó para reivindicarse.

Es lo que desea Zidane, que sus jugadores le pongan las cosas difíciles para decidir y que, fruto de la altísima competencia, en días de bajas y rotaciones, como ocurrió ante el Sevilla, su equipo no solo no note las ausencias si no que además mejore su nivel. La primera parte del Real Madrid rozó la perfección.

PEGADO A LA BANDA

En ese ritmo alto de juego y la presión alta apareció James pegado a banda derecha, asociándose con calidad con sus compañeros y sintiendo que todo cambiaba de golpe en once minutos. Un robo de Casemiro le dejó el balón en la frontal del área, dos amagos y zurdazo ajustado al poste imparable para Sergio Rico.

El Bernabéu era consciente de los momentos duros que atraviesa el astro colombiano. Tardó 40 segundos en ovacionar un buen cambio de juego de James, que apareció en labores defensivas, se descolgó por dentro para buscar generar peligro, lanzó buenos centros pese a jugar a pierna cambiada y firmando su doblete en el último minuto del primer acto.

Engañó al portero con la colocación del cuerpo en el lanzamiento del penalti e impulsó a un contundente 3-0 al Real Madrid que le coloca prácticamente en cuartos de final de Copa del Rey.

Es el torneo de James Rodríguez, que firma tres dianas en tres encuentros y que aprovecha para volver a sonreír sintiendo todo el cariño de la exigente afición del Bernabéu. Está a tiempo de cambiar el rumbo de una temporada que iba por mal camino tras saber que el club le cierra las puertas a su salida.