Javier Gómez Noya se ha proclamado este domingo por tercera vez campeón del mundo de triatlón, tras lograr el triunfo en la última prueba de las Series Mundiales, en Londres, en una apasionante lucha final con el británico Jonathan Brownlee, mientras que Mario Mola logró finalizar la prueba en tercera posición y completa también el podio del Mundial.
Por segundo año consecutivo, el Mundial se reducía al duelo entre Gómez Noya y el británico, que el año pasado se decantó hacia el lado del pequeño de los Brownlee.
En unos vibrantes últimos 200 metros, Brownlee logró distanciarse y parecía que saldría victorioso frente a sus paisanos, pero con la línea de meta a la vista, el gallego sacó fuerzas para conseguir el triunfo por tan sólo un segundo (1:48:16).
"ES INCREIBLE"
"Es increíble ser campeón del mundo, no puedo creerlo. Me sentía cansado, pero trabajé duro en el sprint, era mi última jugada", declaró el ferrolano.
El segundo puesto de Jonathan Brownlee le valió el subcampeonato en la clasificación general, mientras que Mario Mola terminó tercero con un registro de 1:49:10, que también significó el bronce en la clasificación general.
El otro candidato al Mundial, el británico Alistair Brownlee, acusó su lesión en el tendón de Aquiles y, tras marchar en el grupo de cabeza durante la natación y la bicicleta, se resintió en el inicio de los 10 kilómetros de la carrera a pie y se fue descolgando. Alistair finalmente acabó en el puesto 52, que lo llevó a terminar cuarto en la clasificación general.
Antes del dramático final, el eslovaco Richard Varga tomaba la iniciativa en el tramo de natación, saliendo del agua en 17:04, con el australiano Aaron Royle y los hermanos Brownlee en estrecha persecución. No pasó mucho tiempo hasta que los Brownlee pasaron a liderar el grupo, hasta el final de la primera vuelta sobre la bicicleta. En la mitad del tramo a pedales, el grupo de cabeza de 13 corredores gozaba de una ventaja de 40 segundos sobre el grupo perseguidor, en el que estaban los franceses David Hauss y Laurent Vidal y Mola.
Las primeras señales de alarma de que Alistair Brownlee no estaba al cien por cien se dieron en la última vuelta sobre la bicicleta. Así, Gómez Noya y Jonathan Brownlee se quedaron solos en un mano a mano en la carrera a pie, como ya ocurriera la temporada pasada. Por detrás, Mola marchaba a 30 segundos, suficiente para ganar su primera medalla mundialista.