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El FC Barcelona sigue sin poder ganar al Rubin Kazan
El FC Barcelona sigue sin poder ganar al Rubin Kazan y, en su segunda visita al Centralni, consiguió otro empate (1-1) que le sirve para obtener un nuevo punto pero que le deja con muy mal sabor de boca, ya que dominó el partido a placer y tuvo que hacer frente a un ultradefensivo campeón ruso.
Lo único negativo en un buen partido de los barcelonistas fue que descuidó la defensa en los últimos minutos y a punto estuvo de volver a casa con una derrota. No fue así, al final, y lo cierto es que estuvo más cerca de acabar con un Rubin que empieza a ser la bestia negra más grande que se haya encontrado Guardiola en su periplo como entrenador --sólo dos puntos de nueve posibles--.
No fue un partido malo, pero un poco aburrido por ser un constante asedio del Barcelona a un Rubin encerrado atrás con cadenas. Se vio una 'master class' de cómo mover el balón, pero al encuentro le faltó la chispa que sólo el Barcelona puede dar cuando le dan más espacio que no sea un metro cuadrado entre defensor y defensor.
Sí fue como volver al pasado, algo imposible hasta la invención de una máquina existente sólo en cine y literatura, y es que el Rubin repitió tanto como pudo la estrategia que le llevó el pasado año a conseguir cinco de los seis puntos en juego contra los blaugrana.
Como entonces, fue el equipo de Josep Guardiola quien llevó las riendas del partido, quien encerró a los rusos en su área moviendo el balón de lado a lado en búsqueda de unos pocos y preciosos espacios. Sin embargo, y pese a tener cerca el gol en varias ocasiones, ningún blaugrana lo encontró en la primera parte y sí lo hizo el Rubin, de penalti claro forzado en la única internada.
El gol, a la media hora de juego, fue un espejismo ya que su autor, el capitán Noboa, fue el único que chutó al arco de Valdés cuando el árbitro estaba ya a punto de enviar a ambos equipos a descansar al vestuario. El resto de los primeros 45 minutos, se desarrolló con 21 jugadores en el campo del Rubin tratando de abrir espacios, los blaugrana, y de cerrarlos, los rusos.
Fue ésta una batalla equilibrada, ya que Pedro y Villa --fantásticos en movilidad y verticalidad--, y hasta un Piqué que se sumó al ataque antes de tiempo, tuvieron sus opciones, sin fruto. Con un centro de campo de toque y a la vez contundente, con Mascherano y Busquets juntos por primera vez, el Barça tocó bien y tuvo mucha paciencia ante la insulsez rusa.
Con un sistema ultradefensivo del Rubin, que empleó un 4-4-2 en el que los extremos eran carrileros, fue más que nunca necesario que los cerebros de Xavi e Iniesta trabajaran al máximo. Fruto de ello llegó la mejor ocasión de los blaugrana en la primera parte, cuando Pedro envió al larguero una vaselina tras jugada colectiva con los de Fuentealbilla y Tuilla, que volvieron a asociarse tras el gol de penalti de los rusos para volver a meterles el miedo en el cuerpo.
En la reanudación, Guardiola pidió a sus hombres que buscaran diagonales hacia Pedro y Villa y que aumentaran el ritmo, intentado pillar descolocada a la defensa del Rubin. Mientras, Berdyev y su ya famoso rosario no perdían detalle del frontón en el que se había convertido el encuentro.
REGRESO DE MESSI PARA TENSAR EL PARTIDO.
Villa lo intentó de falta directa, alto, pero fue con la misma moneda que el Barcelona pagó al Rubin. Tras jugada de Iniesta, driblando a quien se le pusiera por delante, provocó un penalti que ejecutó Villa con mucha incertidumbre por el acierto de Ryzhikov. Mientras, el revulsivo corría hacia el banquillo dispuesto a romper el partido. Messi, con el alta médica, fue llamado por el de Santpedor y vio recompensado su esfuerzo por dejar atrás el esguince en su tobillo derecho.
Acto seguido Alves tuvo el gol y la victoria, pero no pudo aprovechar un error de la zaga rusa que le 'asistió' dentro del área. El partido pareció cambiar tras el gol 400 del FC Barcelona en competición europea, y es que los rusos se estiraron un poco y el campo, por fin, se estiró y abrió un poco favoreciendo el fútbol blaugrana por la velocidad de Messi y Pedro.
Si bien llegaron con cuentagotas, el Barça no cejó en el intento de romper el maleficio que sufre ante los de Kazan. Quemando sus naves, Guardiola dio entrada a Bojan --por el fundido Villa-- buscando todavía más velocidad y para intentar encontrar espacios entre las torres rusas. Pero tanto se volcó en ataque el Barcelona que dejó descuidada la defensa y, en una inesperada como casi única contra Martins, fresco, envió un balón al palo y casi hiela a los blaugrana.
En un final de infarto, con ocasiones en ambas porterías, también pudo llegar una versión 3.0 del 'Iniestazo', jugada propiedad de un Andrés Iniesta creada en Stamford Bridge y secundada en la final del Mundial dándole el primer título a España. No fue así y, al final, reparto de puntos y un nuevo 'fiasco' blaugrana ante el Rubin.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: RUBIN KAZAN, 1 - FC BARCELONA, 1 (1-0, al descanso)
--EQUIPOS.
RUBIN KAZAN: Ryzhikov; Salukvadze, Navas, Bocchetti, Ansaldi; Ryazantsev, Murawski, Noboa (Natcho, min.87), Kaleshin; Karadeniz (Martins, min.64) y Kornilenko (Sibaya, min.62).
FC BARCELONA: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Maxwell; Mascherano (Messi, min.60), Busquets, Xavi; Pedro, Villa (Bojan, min.85) e Iniesta.
--GOLES.
1-0. Min.30, Noboa, de penalti.
1-1. Min.60, Villa, de penalti.
--ÁRBITRO: Cüneyt Çakir (TUR), amonestó a Salukvadze (min.40), Ansaldi (min.74) y Sibaya (min.79) en el Rubin Kazan y a Puyol (min.51) y Piqué (min.90+1) en el Barcelona.
--ESTADIO: Centralni, 30.133 espectadores.