El equipo de Europa reeditó su victoria en la Ryder Cup tras imponerse en la edición 2014, que se disputó en el recorrido escocés del Gleneagles Hotel, después de imponerse por 16,5 a 11,5 a los Estados Unidos, tras una jornada de individuales donde los de Paul McGinley no permitieron ninguna remontada de sus rivales.