El Real Madrid recibe este martes al Baskonia en la tercera jornada de la Euroliga en un partido difícil para ambos y que se complica más por el gran conocimiento mutuo, además de por los antecedentes europeos que se limitan al doble enfrentamiento en el top 16 de la temporada pasada que se saldó con dos victorias para los vascos. Amistades peligrosas.
En la temporada pasada, madridistas y vitorianos se enfrentaron en cinco ocasiones con un balance de 3-2 para los vascos. Dos victorias del Baskonia en Euroliga (68-77 en Madrid y 89-88 en Vitoria), otra más en Liga en el Buesa Arena (86-80) y victorias del Madrid en su casa en Liga (93-88) y en semifinales de la Copa del Rey de La Coruña (86-80).
INVICTO
El Madrid se mantiene invicto en este inicio de temporada con 2 victorias en Euroliga y 4 en el campeonato doméstico, mientras que Baskonia perdió en Kaunas y contra el Barcelona en el Palau en Liga.
Puestos sobre la mesa los antecedentes más inmediatos, el partido se presenta complicado, duro y competido. El pívot italiano Andrea Bargnani no jugó este domingo por precaución por una pequeña molestia en el gemelo de su pierna izquierda, mientras que el escolta francés Rodrigue Beaubois, en la última fase de recuperación de una lesión, tampoco jugará.
Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, tiene la duda de Jonas Maciulis que se perdió el derbi ante el Estudiantes por una gripe. En estos primeros partidos el Madrid parece más en forma, aupado por la base y los automatismos de años anteriores, mientras que el Baskonia ha perdido los dos partidos más complicados que ha disputado en Kaunas y en Barcelona.
AMISTADES PELIGROSAS
Pero estos partidos entre equipos españoles en Europa son algo más. La rivalidad iguala el potencial de las plantillas y la trascendencia del resultado y la pasión de los aficionados hace el resto. Los dos equipos llegan al ecuador de los cinco partidos que tienen que disputar en once días y ese es otro aspecto que los entrenadores tienen que manejar con cuidado.
Laso sabe que su equipo tiene que ser solvente atrás, con una buena defensa y dominio del rebote para poder maximizar su teórica superioridad ofensiva. La nueva Euroliga no concede el menor respiro a nadie y menos cuando te mides a amistades peligrosas como la del Baskonia.
