España no tuvo piedad del equipo más débil del Grupo A en la segunda jornada del Mundial. Egipto no pudo evitar el previsible vendaval del conjunto español, al fin al completo, y que acabó abusando del subcampeón del último Afrobasket (91-54).
Serge Ibaka, que rozó el doble doble, fue el principal protagonista de un festín, que da paso mañana a compromisos de mayor entidad en la primera fase.
La música volvió a sonar armoniosa y divina en un Palacio de Deportes de Granada entregado a la esperada superioridad española. Como era de prever, Egipto no fue en ningún momento rival para una España, a años luz del conjunto africano en cuanto a talento, centímetros y recursos.
Los de Juan Antonio Orenga volvieron a superar los 90 puntos pasando el rodillo en el parquet andaluz, dejando el choque resuelto en el primer cuarto, recuperando ya a todos los jugadores y cumpliendo con el guión previsto en las dos primeras jornadas en el Grupo A. Todos jugaron y once anotaron. La siguiente estación, Brasil. Primer prueba de fuego para los anfitriones.