La selección española de baloncesto comenzó del peor modo posible su andadura en el Eurobasket 2015 después de encajar su primera derrota ante Serbia por 70-80, en un partido donde, pese a que tuvo opciones hasta el final del encuentro, no ofreció una imagen sólida, principalmente en ataque, y se topó además con el talento de Nemanja Bjelica, verdugo decisivo.