La selección española luchará este domingo (14.30h) por conseguir el tercer puesto del Mundial de Balonmano ante Suecia, anfitriona del torneo y que contará con el apoyo de su público, con el objetivo de constatar su notable trayectoria en el certamen y su buen hacer ante rivales de entidad como Alemania y Francia.
Después de una gran primera fase, los de Valero Rivera llegaron a soñar con revalidar el título mundial conseguido en 2005, pero finalmente --tras caer ante la poderosa Dinamarca-- deberán luchar por el bronce ante la anfitriona que también afronta el choque tocada tras la derrota ante Francia.
Con el público de su lado, los de Ola Lindgren plantarán cara a España para sacarse la espina de los galos. Los suecos pretenden relamerse de sus heridas y premiar a su afición con un digno tercer puesto después de caer en semifinales posiblemente ante la selección más potente de este campeonato.
Del mismo modo, España buscará el triunfo con el esquema en el que ha confiado durante todo el campeonato, el '5-1' en el que la figura de Roberto García Parrondo ha sido clave para aportar una solidez defensiva que ha llevado al combinado español a luchar por el metal en Suecia.
Además, la aportación de Alberto Entrerríos se avecina esencial para el choque ante los suecos, que no lo tendrán fácil para batir a otro de los hombres clave durante este Mundial para España, Arpad Sterbik, que ha salvado en más de una ocasión a la 'roja'.
Por su parte, los anfitriones depositarán sus esperanzas en la esperanza sueca para los próximos años, el joven Oscar Carlén que ha cuajado un gran papel durante todo el certamen y que luchará para que los suecos pongan la guinda a un campeonato donde tanto España como los locales llegaron a tocar con los dedos la ansiada final.
Un partido que --sí o sí-- mejorará las últimas actuaciones del combinado español en una fase final del Campeonato del Mundo. En las dos últimas citas (2007 y 2009) España concluyó en séptima y decimotercera posición. Haber obtenido plaza para el preolímpico y poder optar al podio es un excelente premio para un equipo que ha vuelto a basar su éxito en el trabajo colectivo.
Francia busca agrandar su leyenda
La selección de Francia buscará este domingo (17.00 horas) revalidar el título de campeón del mundo de balonmano, en la final que disputará ante Dinamarca, un combinado que ha ganado todos sus enfrentamientos del campeonato y que llega a la cita --por segunda vez en su historia-- tras vencer a España en semifinales.
Los daneses lucharán por erigirse nuevos reyes del balonmano mundial después de tocar el cielo noruego en 2008, donde pusieron fin a su condición de 'eterno tercero' al proclamarse campeones europeos batiendo a Croacia en la final.
De la mano de Ulrik Wilbek, los daneses han logrado el primer título internacional de su historia y ahora pretenden seguir escribiendo con letras de oro sus hazañas en esta década y mejorar así el tercer puesto logrado en el Mundial de 2007.
El cuadro nórdico gozará de una oportunidad histórica para rubricar el gran guión escrito en este campeonato merced, en buena medida, a un potente ataque que ha cosechado un total de 296 goles hasta la fecha. Buena cuenta de ello dio este viernes Mikkel Hansen, verdugo del equipo de Valero Rivera.
En el bando contrario, la calidad individual de hombres como Nicola Karabatic, Bertrand Gille, las salvadoras manos de Thierry Omeyer, y la experiencia de Daniel Narcisse o Jérôme Fernandez se une a una solidez defensiva que fue esencial para privar a Suecia de luchar por el título este domingo ante su público.
Una final cargada de pólvora en la que Francia hará valer su experiencia en partidos clave y su condición de campeón para frenar la arremetida danesa. Los galos disputarán su cuarta final de entidad tras la de los Juegos de Pekín (2008), y las últimas ediciones de Mundial (2009) y Europeo (2010).