España asaltó el liderato del Grupo C en un duelo decisivo ante Eslovaquia, a la que anuló con su fútbol de toque, recuperando la brillantez del pasado en un primer acto en el que los tantos de Jordi Alba y de Andrés Iniesta, de penalti, plasmaron una superioridad que acerca la Eurocopa 2016.