La selección española de baloncesto consiguió su segundo triunfo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, esta vez ante Australia por 70-82, en un partido en el que volvió a demostrar sus muchos recursos y en el que Pau Gasol y Rudy Fernández fueron los más inspirados en ataque.
Australianos y españoles se demostraron mutuamente el respeto que se tienen con fuertes defensas que no concedieron un centímetro de más a nadie y que el equipo español, con la ausencia del capitán Juan Carlos Navarro por fascitis plantar en el pie izquierdo, trató de burlar con pases adicionales.
El empate a diez, a los seis minutos de juego, fue un fiel reflejo de lo que pasó en la pista. Sin embargo, España perdió el paso con un par de balones que no quisieron entrar, tras rebotar en el aro varias veces, y al final del primer cuarto se encontró con un marcador de 19-14. Australia trabajó a destajo en defensa y puso en ataque cuatro ideas básicas que fueron ejecutadas con precisión.
España, lejos de asustarse, tiro de experiencia, de tranquilidad, de mando y en apenas dos minutos del segundo cuarto no sólo dio la vuelta al marcador, 21-22, sino que dejó bien claro que había metido otra velocidad al partido, en defensa y en ataque.
Los australianos acusaron el nuevo ritmo, aunque se resistieron a dejarse sobrepasar y el partido entró en una fase de juego a tirones, aunque con la selección española siempre al mando del ritmo y del marcador. Al final, España se retiró a vestuarios con una ventaja de cinco puntos, 32-37 y tras haber logrado un parcial de 13-23. Significativo.
Antes, en los últimos segundos del segundo periodo, Rudy Fernández dio el susto al darse un golpe en la cabeza con el objetivo de la cámara de un fotógrafo al salirse por la línea de fondo en un contraataque. No fue nada, afortunadamente.
Por si había alguna duda de que el equipo nacional estaba adquiriendo la velocidad de crucero, un 0-10 en los tres minutos y medio iniciales del tercer cuarto, colocó en el luminoso las primeras rentas significativas, 32-47.
Pau Gasol fue una pesadilla para la defensa australiana y la punta de lanza de un ataque preciso, ordenado, incisivo y letal, en el que todos rayaron a una gran altura, con pases extra, sin egoísmos y generosidad.
Australia, que ya había defendido en zona unos instantes en la primera parte, intentó en pleno vendaval ofensivo español una defensa de caja y uno (cuatro en zona y uno al hombre), con vanos resultados, 36-53 (min.26).
España ya estaba desmelenada y había conseguido su objetivo. Por si había alguna duda, ya con muchos de los jugadores menos habituales en pista, Rudy Fernández clavó dos triples consecutivos y un mate que elevaron la ventaja a 24 puntos (37-61) a falta de más de dos minutos para el final del cuarto. El parcial del tercer cuarto fue esclarecedor de todo, 10-26.
A partir de este momento, con el partido controlado y la victoria más que asegurada, el equipo español decidió no gastar más energías de lo necesario y dar descanso a los que más minutos acumulan.
Ibaka, que destrozó el aro tras una asistencia galáctica de Sergio Rodríguez y el base canario fueron los más activos en los últimos diez minutos. También hay que destacar la labor de Felipe Reyes, con 12 rebotes, en los que los australianos maquillaron el marcador.
Ficha técnica:
70 - Australia (19+13+10+28): Mills (11), Ingles (12), Dellavedova (9), Andersen (4) y Maric -equipo inicial-, Gibson, Newley (12), Barlow (2), Worthington (5), Baynes (8) y Nielsen (7).
82 - España (14+23+26+19): Pau Gasol (20), Rudy Fernández (17), Jose Manuel Calderón (4), Sergio Llull (8) y Marc Gasol (12) -equipo inicial-, Sergio Rodríguez, Reyes (7), Claver, San Emeterio (4), Ibaka (8) y Sada (2).
Árbitros: Carl Jungebrand (FIN), Borys Ryzhyk (UKR) y José Carrión (PUR). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del grupo B del torneo olímpico de baloncesto disputado en el Basketball Arena de Londres ante 9.103 espectadores.