El delantero turco Enes Unal, con un gol y una asistencia frente a la Real Sociedad, fue el mejor jugador del Getafe en la última jornada, en la que el equipo madrileño respiró aliviado al sumar la primera victoria de la temporada.
La victoria frente a la Real Sociedad, aunque les mantenga en descenso, fueron más que tres puntos para el Getafe después de un inicio de temporada malo con solo un empate y tres derrotas en las cuatro primeras jornadas.
El regreso al Coliseum Alfonso Pérez tras la goleada encajada en Mestalla contra el Valencia podía ser un punto de inflexión tras tocar fondo para salir a flote y el Getafe lo aprovechó. Lo hizo, como dijo Quique Sánchez Flores, volviendo a las raíces del proyecto.
"El Getafe se ha construido históricamente a base de grupos, de colectivos, de formas de entender un vestuario y eso es como tiene que ser. Nos ha costado unos partidos pero es el camino. Hemos hecho un gran esfuerzo, han pasado muchas cosas en el partido pero estamos muy satisfechos. Hay que seguir construyendo, volver a la base y hacer partidos como éste en el que nos reconocemos", dijo Quique, al término del choque.
El buen rendimiento del Getafe se sustentó en dos factores principales. Uno el regreso a la defensa de cinco, como la temporada pasada, tras dos partidos con línea de cuatro y resultados malos, y otro con el liderazgo de Enes Unal, que apareció en el momento preciso, cuando más lo necesitaba su equipo, para marcar un gol de falta en el tiempo añadido de la primera parte y dar una asistencia al comienzo de la segunda mitad.
El turco, que ya fue el jugador más determinante el pasado curso, con 16 goles y un rendimiento sobresaliente en la segunda mitad de la temporada, está llamado a ser la pieza sobre la que gire todo el ataque del Getafe esta campaña. Lo sabe y acepta esos galones que le ha dado Quique y a cuya confianza lleva respondiendo desde que sus caminos se cruzaron hace ahora un año.
"Cada uno tiene su trabajo. El mío son goles y mucho más", afirmó el turco tras la victoria frente a la Real Sociedad, en un duelo en el que la afición arropó al equipo sin una sola crítica al mal inicio de temporada, disipando cualquier tipo de dudas sobre este nuevo proyecto deportivo.
Con once jugadores nuevos llegados en verano, Quique pide paciencia. Está construyendo un equipo nuevo, con nuevos matices y muchas variantes. La buena imagen mostrada frente a la Real quieren refrendarla la próxima jornada contra Osasuna en El Sadar. El partido es importante por los puntos y también porque después habrá un parón para competiciones internacionales de selecciones que, en caso no ganar, puede hacerse largo.