El experimento de Carvajal y el oportunismo sin premio de Brahim

Carlo Ancelotti tuvo que tirar de recursos en su plantilla para el derbi del Atlético de Madrid. Primera vez de Dani Carvajal de inicio, en 357 partidos como titular con el Real Madrid, jugando como central y acusando debilidades en el juego aéreo; mientras que las molestias en las cervicales de última hora del brasileño Vinícius Junior le dieron la titularidad a un Brahim Díaz que marcó el primero pero que dejó escapar la sentencia tras firmar una buena jugada individual.

Esta última fue una decisión de Carletto en cuestión de minutos. Vini se retiró del calentamiento y fue Joselu Mato el que salió a calentar al césped con máxima intensidad.

Todo apuntaba a que fuera él el sustituto, sobre todo tras su doblete en Getafe el pasado jueves. Incluso la megafonía del estadio anunció a Joselu segundos antes de que los jugadores saltaran al terreno de juego para el arranque del encuentro; pero Ancelotti eligió a Brahim.

El técnico buscó desequilibrio por ambas bandas, sobre todo por la derecha en la que Rodrigo Riquelme sufrió mucho durante los 45 minutos que estuvo sobre el terreno de juego. Y la apuesta le salió a la perfección.

Ya en el minuto 3, Brahim avisó de que estaba preparado para entrar, con un disparo raso que atajó Oblak. Y en el 20 firmó el 1-0 en una jugada de pillo, con un toque de suerte por el mal despeje de Koke al cruce, pero en la que también dejó muestra de su calidad.

Le cayó el balón dentro del área y, lejos de disparar de primeras, controló y dio un toque extra para dejar vencidos a los defensas y superar a Oblak.

Y tuvo en sus botas el partido perfecto. Pero solo le faltó la definición. En el minuto 70, encaró a Mario Hermoso, se fue de él con un recorte y caño, recortó a Witsel dentro del área, pero definió largo con la zurda buscando el palo largo.

No marcó, pero su afición se levantó de los asientos para aplaudirle, en una cerrada ovación que se extendió en el tiempo ya que, acto seguido, Ancelotti dio entrada a Joselu en su lugar.

Con la lesión del austriaco David Alaba a principios de diciembre, y la que arrastraba desde la primera jornada del brasileño Éder Militao, ambas por sendas roturas del ligamento cruzado anterior de la rodilla, el Real Madrid sorprendió no acudiendo al mercado de enero para reforzar la posición de central.

Solo dos de la primera plantilla, el alemán Antonio Rüdiger y Nacho Fernández; con el francés Aurelien Tchouaméni como recurso. Pocos efectivos para afrontar la segunda mitad de temporada, como ocurrió contra el Atlético.

Rüdiger lesionado y Tchoauméni sancionado. Así que Ancelotti tuvo que recurrir a la idea que defendió en rueda de prensa cuando comunicó que no iban a fichar en invierno: Carvajal de central.

Aunque esta vez no pudo excusarse en que en categorías inferiores jugó en dicha demarcación, como sí hizo cuando colocó a Camavinga de lateral izquierdo, está claro que no era una idea pasajera para Ancelotti.

Un Carvajal que disputó los últimos minutos de la vuelta de la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones de la temporada 2021-2022 contra el Chelsea como improvisado central, pero nunca de inicio.

Es más, de los 357 partidos que ha jugado como titular, 436 los inició como lateral derecho, seis de lateral izquierdo, cuatro de carrilero y el de este domingo de central.

Un derbi contra el Atlético de Madrid en el que disputó su partido número 400 con el Real Madrid; a uno de igualar a Juanito como el 25ª jugador que en más ocasiones ha vestido la camiseta blanca.

Sin embargo, no lo pudo celebrar con victoria por un gol encajado en el minuto 93 en el que falló la coordinación con Nacho. Y en el juego aéreo en el que el Real Madrid sufrió en cada acción del partido.

Es más, encajó un gol de córner obra de Savic, pero que fue anulado posteriormente por fuera de juego de Saúl. El que sí valió, ya en el minuto 93 obra de Marcos Llorente, dejó a las claras la carencia en la línea de centrales del Real Madrid.

Ni Nacho ni Carvajal atacaron un balón frontal, peinado por Memphis, y Marcos Llorente fue el que entró con más intensidad para acabar marcando el empate en los últimos instantes.

Sí que estuvo bien Carvajal en la anticipación, como demostró en tres ocasiones: en el minuto 14 yendo abajo sobre Saúl y en el 35 metiendo la pierna por la espalda a Morata para que no se girar, llegando al balón y despejando para evitar peligro; y ya en el 90 leyendo bien un remate de Griezmann dentro del área para despejar a saque de esquina.

Pero el balón aéreo acabó condenando al Real Madrid, que vio como se le esfumaba su opción de consolidarse en el liderato antes de recibir al Girona el próximo sábado. Encuentro para el que Tchoauméni estará disponible y Rüdiger podría estar recuperado del fuerte golpe en el muslo izquierdo que sufrió el pasado jueves contra el Getafe.