Haaland | EFE
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El ganador del triplete está en una crisis de resultados. Por primera vez desde abril de 2017, el Manchester City ha encadenado cuatro partidos sin ganar.

Tres empates, ante Chelsea, Liverpool y Tottenham Hotspur, además de la derrota ante el Aston Villa, han enrarecido el ambiente en Mánchester, donde no solo están a seis puntos del líder, el Arsenal, sino que también están apenas tres puntos por encima de otro club que parecía estar en una crisis mucho mayor, el Manchester United.

Ya se barruntaba un problema en los últimos tres encuentros del City: 4-4 ante el Chelsea, 1-1 contra el Liverpool y 3-3 contra el Tottenham Hotspur. En todos ellos fue por delante en el marcador y en los tres tiró la ventaja. Con mayor o menos estrépito, el City se dejó puntos ante un Chelsea en decadencia, un Tottenham repleto de bajas y un Liverpool inferior.

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Pero lo ocurrido contra el Villa confirmó que todo esto no fue una casualidad. Los Sky Blues no dispararon -ni a puerta ni fuera- a partir del minuto 11, solo lanzaron a puerta dos veces en todo el partido -récord negativo en los 535 partidos que ha dirigido Guardiola en Premier-, además de recibir 22 disparos, récord de Pep también.

Una derrota que se explica desde la ausencia de Rodrigo Hernández. En las cuatro derrotas del City esta temporada, el madrileño no ha estado. Se perdió los encuentro ante Wolverhampton Wanderers (2-1) y Arsenal (1-0) por una roja directa que recibió ante el Nottingham Forest, no fue convocado para la Copa de la Liga contra el Newcastle United (1-0) y no estuvo ante el Aston Villa por acumulación de amarillas (1-0).

Sin Rodri, y con la salidas en verano de Ilkay Gundogan, más la lesión de larga duración de Kevin de Bruyne, el centro del campo del City se quedó cojo. Matheus Nunes aún no ha sido capaz de demostrar que es "uno de los mejores del mundo", como dijo Guardiola cuando aún militaba en el Sporting de Portugal, Kalvin Phillips está más fuera que dentro y Rico Lewis está aún verde como para darle los galones de titular con regularidad. Sin Rodrigo, el City es menos City y lo demuestran los 43 partidos invictos que los 'cityzens' acumulan con él en el campo.

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Para Guardiola, no ganar cuatro partidos seguidos en liga no es terreno desconocido; le ha ocurrido en otras dos ocasiones en su carrera deportiva. La primera, en 2009, con el Barcelona, cuando empataron ante Deportivo de la Coruña y Villarreal y perdieron con Osasuna y Mallorca. Pese a esa racha, fueron campeones. Con el City, le pasó en abril de 2017, en su primer año en el Etihad Stadium, pero esa liga no la ganaron.

La desventaja de seis puntos no es una preocupación extrema, puesto que el City ya levantó ocho puntos al Arsenal la campaña pasada y diez al Liverpool en la 2018-2019, sin embargo; el problema es la endeblez defensiva. Los 17 goles encajados en las primeras quince jornadas son un drama para el City, que no vivía una situación similar desde la temporada 2009-2010. Ese año, apenas uno después de la compra por parte de Emiratos Árabes Unidos, no entraron ni en Champions.

"Este ha sido uno de los peores partidos que he visto del City", dijo Gael Clichy en la retransmisión de Amazon Prime, que dio el partido en Reino Unido. "Sin fluidez, tuvieron suerte e que no les metieran dos, tres o cuatro".

Guardiola admitió el bache: "Tengo que encontrar una solución. Sabemos cuál es nuestro nivel y yo, como entrenador, tengo que encontrar una forma de ganar partidos. Estamos sufriendo".