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Cosmin Contra, técnico rumano del Getafe, declaró que "cualquier fallo" el sábado en el estadio Ciudad de Valencia frente al Levante los "puede llevar más a Segunda que a Primera", puesto que el equipo se encuentra actualmente, a falta de cinco jornadas para el final, en descenso con 31 puntos.

"El Levante es un equipo muy bien armado. Todos los equipos de Joaquín Caparrós (entrenador del conjunto valenciano) salen a la contra, muerden, son agresivos, juegan sus bazas, les creas pocas ocasiones y ofensivamente no te crean mucho peligro, pero de las dos o tres que tienen te meten gol", dijo Contra, en una rueda de prensa.

"ES DIFÍCIL JUGARLE AL LEVANTE"

"Es difícil jugarle al Levante, se agrupan muy bien en su campo y en la mitad del suyo son agresivos. Es un equipo de lucha y que el sábado va a luchar cada balón. En su casa es bastante difícil de ganar y hay que eliminar errores de los últimos partidos para intentar crear más ocasiones", comentó.

En el entrenamiento de este jueves estuvo el presidente, Angel Torres, que se acercó hasta la Ciudad Deportiva para apoyar al equipo con su presencia.

"El presidente siempre está animando y apoyando. Estamos en la misma línea, es un partido muy importante el sábado, se nos van las jornadas y es crucial para nosotros salir del descenso", confesó el técnico rumano, que dijo que "anímicamente" su equipo "no está bien".

"No son momentos para quejarnos, hay que saber que el sábado hay una final de verdad y hay que ir a jugarla como tal. Debemos no cometer errores y ganar los tres puntos", señaló Contra, que aún tiene en mente la derrota de hace dos semanas frente al Elche (1-0), que se produjo con un gol encajado en el minuto 93.

"Siempre aprendes de las victorias y de las derrotas, pero del partido del Elche hemos aprendido que se juega hasta que pita el árbitro. El sábado espero ver una reacción positiva de los jugadores, que sean conscientes de la situación y que cualquier fallo nos puede llevar más a Segunda que a Primera", apuntó.

"Estoy aquí para recordárselo todos los días. Si los jugadores no son conscientes es un problema, pero saben que tienen que ganar, morir en el campo e intentar que cada balón sea el último", concluyó.