Afortunado en amores pero desafortunado en el gol. Cristiano puede que haya superado su episodio de incontenible tristeza de hace unos meses pero ahora lleva una racha de tres partidos sin marcar. Nada preocupante, a ver si va a tener una recaida. El caso es que saltara al derbi con un apetito voraz, quien sabe si con cierta ansiedad que le pueda impedir atinar. Precisamente al portugues le costó marcar al Atlético por primera vez. El año de su llegada se perdió el primer derbi por lesión, luego en el Bernabeu lo intentó, de hecho tiró del equipo para que remontara pero se quedó sin la gloria del gol.
A la temporada siguiente tampoco tuvo suerte en los dos partidos de liga pero se cruzaron en los cuartos de final de la copa y no perdonó. Uno en la ida y otro en la vuelta en el Vicente Calderón. Dos meses despues cuando tuvo que volver al campo rojiblanco en el campeonato domestico el publico le deseó lo peor. Cristiano siguió vivito y coleando y la temporada siguiente es decir la pasada, ganó el Madrid en casa 4 a 1 gracias a sus dos tantos de penalti y su asistencia a Di Maria y mas tarde por uno a cuatro en el Manzanares, en éste hizo un hat trick y marcó su ultimo gol de falta de directa.