Después del entrenamiento, la plantilla y el cuerpo técnico del Getafe, con el presidente Ángel Torres a la cabeza acudieron al restaurante madrileño El Asador Donostiarra para almorzar. Con esta comida de hermandad se pretende que el equipo esté lo más unido posible en estos malos momentos en el que es colista de la primera división. Uno de los últimos en llegar fue Pedro León. El jugador fue operado el pasado sábado de una rotura del cartílago de su rodilla derecha y confirmó a los periodistas que estará entre seis y ocho semanas de baja. Antes de la comida habló para los medios de comunicación Miguel Ángel Moyá. El guardameta titular del Getafe reconoció que el equipo está en esta situación porque comete errores y que ahora tienen que estar más unidos que nunca. El domingo a las diez de la noche el Getafe recibe en el Coliseum al Atlético de Madrid.