Casillas y Valdés: la cara y la cruz de las porterías

Toda cara tiene su reverso. Anoche, la cruz la arrastró el que pasa por ser uno de los mejores del mundo en su puesto: Victor Valdés. El caso es que entre el mejor y su segundo marcaron el rumbo del partido y puede que hasta de la eliminatoria. La mano salvadora de Iker originó la jugada que propició el gol de Di Maria.

El apoyo de los compañeros, rivales y superiores de Valdés es inquebrantable. Pues si eso es lo que quiere el Barcelona de Valdés solo queda desearles mucha suerte en su andadura. Y no fue un error puntual: Valdés ya ha incurrido en excesos similares varios a lo largo de su carrera: se empeña en sacar el balón con los pies a la mínima, se adelanta demasiado en situaciones que aconsejan lo contrario... y así suma y sigue en errores y en apoyos

Y cuanto más pequeño se hizo Valdés más se engrandeció Casillas. Como en el caso anterior, tampoco es algo casual. Sus paradas en cualquiera de sus versiones y frente a quien sea, siguen consagrándole como el mejor. Lo de anoche soolo fue un capítulo más