El ciclista italiano Giampaolo Caruso hizo bueno el trabajo de su equipo, el Katusha, y se convirtió en el ganador de la 95 edición de la clásica Milán-Turín, por delante de su compatriota Rinaldo Nocentini (AG2R) y del español y compañero de equipo, Dani Moreno.
El madrileño subió al podio de esta carrera, previa al Giro de Lombardía del fin de semana, donde la baza de la escuadra rusa será Joaquím Rodríguez, que en esta ocasión trabajó para el ganador, y finalizó quinto, justo por delante de Alberto Contador (Tinkoff-Sax), ganador en 2012.
ATAQUE DE CARUSO
El pinteño, en su retorno a la competición tras imponerse en la Vuelta a España, estaba bien colocado para pelear por la victoria junto a otro de los favoritos, el italiano Fabio Aru (Astana), pero el Katusha supo mover sus piezas.
Primero envió por delante a Sergei Chernetski, mientras que Moreno y Purito ejercieron de escuderos de un Caruso que atacó junto a Nocentini y el luxemburgués Franck Schleck (Trek) en los dos kilómetros finales de la ascensión a Superga.
Los escapados cogieron al ruso y el menor de los Schleck se descolgó para quedarse sin opciones en una llegada donde Caruso se mostró más fuerte y puso fin a su sequía de cinco años sin triunfos, desde que se adjudicase el Brixia Tour.