El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, ha demando urgencia a la hora de decidir si Madrid va a volver a presentarse para los Juegos de 2020 y ha destacado no saber a qué se está esperando para volver a intentarlo y no desanimarse por la 'amenaza' de África.
"A finales de junio de 2011 hay que presentarse y en mayo hay unas elecciones y saldrá un nuevo equipo o repetirá. Hemos vendido que el 98 por ciento de la gente los quiere, que tenemos más de un 70 por ciento de las instalaciones hechas y que queremos los Juegos, ¿y ahora a qué esperamos?", se preguntó Blanco en los 'Desayuno Deportivos de Europa Press', patrocinados por ADO, Repsol, Cajastur, Mondo y OCA.
Por ello, aseveró que si repiten "otra vez" el mensaje de que tienen "voluntad" para acoger la cita no pueden "dejar la carrera olímpica". "Si nos referimos a criterios políticos que otras personas hablen. No podemos pensar ahora sí, ahora no", reiteró.
El dirigente recalcó que "la gran baza" de Río era albergar los Juegos en América del Sur y que uno no se puede "desanimar porque el COI decida que vayan a África". Además, dijo que "el problema" que debía analizar Madrid es por qué sacó 32 votos.
"Debemos seguir luchando si de verdad queremos los Juegos. Barcelona fue importante porque cambió la mentalidad de España, cuyo nivel de organización es el máximo del mundo. Si esperamos 20 años, ¿qué hacemos con lo que hemos construido? ¿Lo tiramos todo? Hay que ir al COI, ir a escuchar, ahora tenemos tres presidentes de federaciones internacionales y a Marisol Casado. Tenemos mayor prestigio, gente más preparada. A qué esperamos, ¿a una decisión política?", advirtió.
"NO INTERFERIR EN LA CANDIDATURA PARA EL MUNDIAL".
Sobre Madrid'16, Blanco confesó que le ganó una cena al alcalde Alberto Ruiz Gallardón porque fue "el único" que siempre dijo que "la rival era Río". "Sé menos, pero escucho más", indicó. "Río entró la última de la fila y desde ese momento empezó a ganar adeptos con la idea de que América del Sur nunca había tenido los Juegos y eso posibilitó que la comprasen los que no querían los Juegos en Europa, y lo que caló en el COI", comentó.
Ahora, el presidente del COE espera poder "hablar en breve" con Jacques Rogge, algo que no pudieron hacer ni él ni Ruiz Gallardón tras los Juegos de Vancouver porque un periodista se enteró "y se generó inquietud", aunque dejó claro que España quiere el Mundial de Fútbol de 2018 "y no se quiere interferir en ese proceso".
Por otro lado, del primer edil madrileño, cree que da a la candidatura "el valor añadido de ser protagonista por la pasión que pone", desmintiendo de esta forma que el proyecto estuviese 'politizado' como declaró Mike Lee, director de Comunicación de Londres 2012; mientras que a Jaime Lissavetzky le deseó "lo mejor" en su intento por ser alcalde de la capital, sin querer opinar si sería mejor o peor para el sueño olímpico.
Blanco también tuvo palabras para el fallecido Juan Antonio Samaranch. "Lo ha hecho todo, es alguien irrepetible, y era el valedor de todas las candidaturas españolas. Cuando dejó de ser presidente, la fuerza la tiene otro. Sus relevos son su hijo, Marisol Casado y los presidentes de las Federaciones Internacionales, pero esto no se hace de la noche a la mañana", subrayó.
ELOGIOS A TARRAGONA 2017.
Sobre Tarragona 2017, el mandatario recordó que la Comisión de Evaluación dijo que el proyecto estaba "más adelantado" incluso que el de la ciudad griega de Volos, que acogerá la cita de 2015.
"Tarragona está haciendo un trabajo excepcional, pero los últimos tres Juegos (Túnez, Almería y Pescara) han sido en nuestra zona y por eso es peligrosa Alejandría, porque en calidad no hay debate", añadió.
Por eso, el dirigente augura una "lucha complicada", aunque recalca que "la gente sigue hablando de Almería 2005", una muestra más de la gran capacidad organizativa de España.