Mateo García / La noche más esperada y deseada por Karim Benzema por fin llegó. Contra un equipo francés, el Auxerre, y con el pase a octavos ya sellado, pero para el delantero madridista supuso un empujón en su autoestima que puede ser determinante.
Eclipsado por el buen momento de Higuaín, Benzema necesitaba un partido así. Y no defraudó. Sabe que de momento no tiene la sombra del argentino (lesionado) y ha empezado a demostrar todo el fútbol que tiene dentro y que maravillaba en su etapa en el Olympique de lyon.
Frente al Auxerre, Karim Benzema marcó tres goles, a cada cual mejor. El primero tras un cabezazo, el segundo después de un perfecto pase de Lass, y el tercero con una bonita vaselina tras un error del guardameta francés.
Mourinho respira tranquilo porque sabe que tiene recambio ante la lesión de Higuaín. Y empieza a recoger sus frutos. Fue el más crítico y exigente con Benzema, y ahora el francés empieza a responder. Y como mejor sabe, con goles. Ante el Auxerre, tres de una tacada.