El Barcelona fulmina al Santos con un 4-0 y gana su segundo Mundialito

Barsa, mundialito
Barsa, mundialito |Telemadrid

El FC Barcelona ha conquistado el segundo Mundial de Clubes de su historia tras arrollar al Santos brasileño (4-0) en la final disputada este domingo en el Estadio Internacional de Yokohama (Japón), un encuentro sin historia debido a la tremenda superioridad azulgrana, personificada en el protagonismo de Messi y la intrascendencia de Neymar.

El entrenador del Santos, Muricy Ramalho, transmitió el miedo a sus jugadores desde la alineación, que modificó para meter a cinco defensas con Elano como pieza sacrificada. En el Barça la habitual sorpresa que Guardiola reserva para cada partido fue Thiago, que entró en lugar del mermado Alexis. Nueve canteranos en el once blaugrana.

La sensación de inferioridad empapó desde el inicio a los brasileños, cuya bisoñez tampoco ayudó a frenar el torbellino de juego azulgrana que les llevó por delante en la primera parte. Con un 74 por ciento de posesión hasta el descanso, el equipo español trazó su juego hipnótico desde el pitido inicial y los goles fueron abultando el marcador con la naturalidad lógica.

Un día más, y en el Barcelona ya han perdido la cuenta, Xavi manejo el encuentro a su antojo, visionario subido a su particular atalaya, esa a la que encarama aupado por su inmenso talento. Posiblemente el centrocampista de Tarrasa nunca gane un Balón de Oro, pero le pertenece un trozo de cada uno que atesora Leo Messi.

Un control de tacón mágico precedió al pase interior que Xavi envió a Messi para que el argentino marcara el primero al cuarto de hora. Picando con suavidad por encima de Cabral, el argentino no tardó en dejar claro a Neymar quién es el rey del fútbol mundial, anotando el gol con el que emulaba a Pedro hace dos años, marcando en las seis competiciones oficiales de la temporada.

Siete minutos después, el propio Xavi, más goleador que nunca esta temporada, quebró a un defensa en el punto de penalti y fusiló la red brasileña. Y acto seguido Cesc mandó el balón al palo. Un tercio del partido era suficiente para dejar el partido resuelto, no por el marcador, pero sí por las sensaciones que transmitían ambos equipos.

CESC SENTENCIA JUSTO ANTES DEL DESCANSO

El Santos, equipo pelotero, perseguía sombras sin ninguna malicia, hasta el punto de que no vio su primera tarjeta amarilla hasta el minuto 73. Embobados por los "jugadores mágicos" que tenían enfrente, como los calificó Neymar nada más acabar la final, los jugadores del conjunto 'peixe' no oponían resistencia e incluso acusaban algo de mala fortuna en el tercer tanto, que se apuntó Cesc tras dos rechazos.

Así que la final quedó sentenciada al descanso y el partido se equilibró en la segunda parte, una vez que el Barça se relajó y su rival se sacudió el miedo. Tras un puñado de ocasiones claras del inminente campeón mundial, por fin apareció Neymar, pero Valdés detuvo el mano a mano con maestría y le dejó sin premio de consolación.

En la última media hora destacó el pundonor de Alves, que luchó hasta la extenuación por marcar, pero se estrelló con Cabral y también con el palo. El partido estaba consagrado de nuevo a la gloria de Messi, nombrado mejor jugador del partido, que cerró la cuenta sentando al portero sudamericano con un quiebro letal antes de marcar a puerta vacía.

Guardiola tuvo tiempo para realizar tres cambios más que simbólicos. Entró Mascherano, una de sus "niñitas" siempre dispuesto a suplir con profesionalidad las bajas de Piqué o Puyol; Pedro, clave en hace dos años al empatar 'in extremis' la final; y Fontás, para premiar sus ganas pese a que apenas cuenta con minutos de juego. Buenos detalles de un técnico voraz que ha ganado 13 títulos de los 16 que ha disputado desde que se sentó en el banquillo azulgrana.