5-0. El Barça se da un festín ante el Mallorca

  • 3-2. El Depor cree en la salvación y mete al Zaragoza en problemas
  • Tres goles de Cesc, dos de Alexis y la vuelta de Abidal
Cesc marca un gol
Cesc marca un gol |Telemadrid

El FC Barcelona se ha llenado de moral y goles (5-0) en su duelo contra el Mallorca antes de recibir al PSG francés en el Camp Nou, donde este sábado Alexis y Cesc (dos y tres goles) rozaron la perfección habitual en un Messi ausente por lesión y la vuelta a los terrenos de juego de Abidal puso la guinda a una noche plácida y de fiesta para los de Tito Vilanova, que dejan a los de Manzano en el 'farolillo rojo'.

Tras ceder puntos ante el Celta, el conjunto catalán volvió a sumar tres que le mantienen en su cómodo liderato de la Liga BBVA tras esta trigésima jornada. Abidal volvió a los campos un año después. Sustituyó a Pique en un Camp Nou emocionado por su regreso

La ausencia de Leo Messi, por su lesión la pasada semana en los cuartos de Liga de Campeones, no evitó el lucimiento de los locales en especial de la mano de la dupla Cesc-Alexis, que deleitó al respetable. Con habituales descansando, el Barça se llenó de optimismo de cara a la vuelta en casa ante el PSG, donde manda el 2-2 de la ida.

El PSG gana al Rennes con Ibrahimovic (0-2) pero sin Pastore, Lavezzi ni Moura.

EL DEPORTIVO CREE EN LA SALVACIÓN Y METE AL ZARAGOZA EN PROBLEMAS (3-2)

El Deportivo de la Coruña ha conseguido dar un paso de gigante para seguir una temporada más en Primera División gracias a su victoria con goles de Bruno Gama, Marchena y Abraham -en propia puerta-, ante un rival directo como el Real Zaragoza, que se queda al borde del descenso a pesar de los goles de Hélder Postiga y Montañés tras el partido de la trigésima jornada de la Liga BBVA disputado este sábado en Riazor.

La jugaban dos equipos inmersos en la lucha por evitar el descenso y que venían con diferentes dinámicas. El Zaragoza no conoce aun la victoria en 2013 y cada partido es una losa que parece asfixiar a los jugadores hasta el punto de no dejarles jugar con comodidad.