Un doblete de Gareth Bale puso el brillo a un Real Madrid sin la constancia deseada por Zinedine Zidane, irregular en su juego ante un Leganés ordenado que se estrenó en el Santiago Bernabéu en un encuentro que cerró Álvaro Morata (3-0) y en el que los de Zidane no encajaron diez partidos después.