Los goles de Adrián López y José Antonio Reyes resolvieron la clasificación del Atlético de Madrid para la Liga Europa ante el Stromsgodset noruego, al que ya había derrotado en la ida por 2-1 y al que hoy doblegó de nuevo en la vuelta (0-2) con mucha más efectividad ofensiva que fútbol.
Así cumplió el equipo rojiblanco su primer objetivo del curso, una meta imprescindible para el club en la tercera ronda previa, y accedió a la siguiente fase del torneo, en la que mañana conocerá su próximo oponente, aunque aún con muchas asignaturas pendientes en su juego, todavía por debajo del nivel que exigen sus aspiraciones.
No se fiaba Gregorio Manzano de la teórica inferioridad de su oponente. Incluyó un perfil más defensivo en el medio centro, con la entrada del brasileño Paulo Assuncao por el portugués Tiago Mendes, ante el mayor rodaje y la fortaleza en casa del conjunto noruego, con una derrota en sus últimos diez duelos de Liga como local.
El 2-1 de la ida en el Vicente Calderón tampoco era un resultado para confiarse en el estadio Marienlyst, pero no había excusa para el Atlético. Aunque vivió unos primeros minutos previsibles, con intensidad y ambición del rival y con inquietud y alerta defensiva en su área, el conjunto rojiblanco solventó rápidamente el choque.
Le bastó una muestra de su superioridad técnica para marcar en su primera jugada de ataque, iniciada con una apertura del uruguayo Diego Forlán a la derecha a José Antonio Reyes, continuada con un preciso pase de éste al desmarque de Adrián y culminada en el 0-1 por el goleador sub'21 ante la salida del portero (m. 13).
Esa conexión Forlán-Reyes-Adrián, con un tanto que aportó a su conjunto la tranquilidad de tener la eliminatoria casi resuelta, fue lo más interesante, casi lo único, del Atlético en la primera mitad, en la que le faltó continuidad ofensiva. Sus combinaciones arriba fueron tan esporádicas que no tiró más en toda la primera parte.
Sí lo hizo el Stromsgodset, un equipo voluntarioso, que se adueñó de la pelota, que intentó mover el balón con criterio y que generó más oportunidades que su rival, pero que se marchó al descanso con una desventaja con pinta de sentencia. Tuvo varias ocasiones, aunque ni Mohamed Abu ni los disparos de Alfred Sankoh ni su peligro a balón parado -los locales remataron casi todo- encontraron el gol.
Menos problemas tuvo el Atlético en la segunda mitad. Dominada la eliminatoria con dos goles de ventaja, el conjunto madrileño jugó con el tiempo a favor, sin riesgos en su línea defensiva y con nuevas apariciones en ataque ante un contrincante que ya acusaba su esfuerzo físico y que ya no tenía tanta chispa en sus movimientos.
Y los rojiblancos se sintieron mucho más cómodos. Perdonó el local Mohammed Keita, pero el partido ya no ofreció ninguna amenaza más para el Atlético, que marcó el segundo por medio de José Antonio Reyes, ya en el tiempo añadido, y que cumplió su primer objetivo de la temporada: el billete para la Liga Europa.