El Mallorca se ha impuesto al Atlético de Madrid (2-1) en el partido correspondiente a la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA, disputado este domingo en el Iberostar Estadi, un resultado que deja a los mallorquines en la zona media de la tabla mientras que los colchoneros se quedan a tres puntos de los puestos europeos.
Mal partido de los de Simeone, sobre todo en la primera mitad, cuando no supieron cómo desbordar la defensa bermellona. Los rojiblancos estuvieron mejor plantados sobre el césped pero no consiguieron llevar su dominio al marcador y tuvieron que acogerse al gran momento de Courtois para seguir teniendo alguna opción de sacar algo positivo de la isla.
El Atlético no se acercaba con demasiado peligro cuando llegaba a la portería de Aouate mientras que los baleares pusieron en apuros a Courtois en varios momentos. Víctor perdonó en la primera mitad cuando se quedó solo ante el portero belga y Castro también tuvo la opción de marcar el 1-0 pero el gol tuvo que esperar hasta la segunda mitad.
A los dos minutos de la reanudación, el Mallorca inauguró el marcador. La mala suerte se cebaba con el Atlético y Godín desviaba a la red un disparo de Castro que se marchaba fuera y ponía el 1-0. No le dio tiempo a asimilar a los de Simeone el gol cuando veían cómo la diferencia se incrementaba. Tres minutos más tarde, un ataque mal defendido por la zaga rojiblanca lo aprovechaba Pereira para batir a Courtois con un disparo cruzado que se colaba pegado al palo derecho del belga y establecía el 2-0.
El Atlético cambió radicalmente su actitud tras recibir el segundo gol y se volcó sobre la portería mallorquina, con la suerte de que a los cuatro minutos Ramis era expulsado tras parar un gol con la mano. El Mallorca se quedaba con diez jugadores y Falcao disponía de un penalti para recortar distancias pero el colombiano lo tiraba muy mal y desaprovechaba la oportunidad.
Faltaban aún 35 minutos para el pitido final y los rojiblancos estaban dispuestos a remontar. Falcao se quería resarcir de su error y lo hacía con una espléndida vaselina con la que batía a Aouate y ponía el 2-1, en el minuto 66. Desde ese momento, los de Simeone se volcaron en busca del empate, pero el cancerbero israelí y los fallos de los delanteros rojiblancos evitaron que el marcador se moviera.