Un penalti transformado por Antonio Galdeano "Apoño" en el minuto 94 de partido, que sirvió para derrotar al Atlético de Madrid, permite al Real Zaragoza reengancharse a la lucha por la permanencia en un partido en el que ni zaragocistas ni atléticos hicieron méritos para pasar del empate.
El Real Zaragoza encadenó por primera vez en la temporada su segunda victoria consecutiva y, dependiendo de lo que hagan Racing de Santander y Sporting de Gijón, podría abandonar por primera vez en catorce jornadas la posición de colista.
Los rojiblancos en su visita a la capital aragonesa fueron excesivamente especulativos y rácanos en un encuentro en el que en ningún momento dieron la sensación de ir a por la victoria, más bien se conformaban con sumar el punto que otorga el empate, y terminaron pagándolo en los últimos segundos del tiempo añadido.
Ni Zaragoza ni Atlético quisieron responsabilizarse del control del balón, lo que se tradujo en un constante intercambio de balonazos con el que el objetivo, más que llegar con peligro a la portería rival, parecía ser el ganar metros y estar lo más lejos posible del área propia.
El juego carecía de fluidez, sin que los centrocampistas de ninguno de los equipos hiciese nada por bajar el balón y tratar de enlazar más de un par de pases seguidos, lo que hizo que tanto Roberto como Courtois se convirtiesen en meros espectadores del desarrollo del partido.
Hubo que consumir más de la mitad del tiempo del primer periodo para que se produjese el primer disparo de cierta entidad a la portería rival, y fue por medio del reconvertido a extremo Ivan Obradovic, que desde la esquina del borde del área intentó sorprender a Courtois, pero su disparo se fue fuera por poco.
El conjunto de Diego "Cholo" Simeone empezó a buscar con mayor intensidad las incursiones por las bandas, con Adrián como hombre más activo, pero las acciones rojiblancas morían excesivamente lejos de los dominios de Roberto, que seguía el partido con gran tranquilidad para los intereses de su equipo.
Durante unos minutos los rojiblancos con su juego maduraron a su rival y la mejor acción de los primeros cuarenta y cinco minutos nació de las botas de Arda Turán, a la media hora, en un balón que dejó a Adrián solo para estrellar su disparo en la cruceta izquierda de Roberto. El rebote llegó al goleador Falcao, que volvió a encontrar la madera, en esta ocasión en el lado derecho, en la trayectoria del balón.
Tras el descanso los zaragocistas salieron más enchufados y con más corazón en sus acciones, lo que les permitió tener el control territorial del juego, pero sin crear acciones claras de peligro sobre el área rival.
Los colchoneros parecían dar por buena la igualada porque se mostraban demasiado remisos a buscar con descaro la portería local, a pesar de que en las pocas ocasiones en las que enlazaron alguna acción de combinación se aproximaban con peligro.
El partido se encaminaba hacia la igualada sin goles y sin ocasiones, pero en los cuatro minutos de prolongación un balón controlado sin aparente peligro por Edu Oriol lo profundizó dentro del área a Helder Postiga que, sin hueco para disparar, cayó al suelo ante la entrada de Godín. Undiano Mallenco, muy encima de la jugada, no dudó y señaló penalti.
Apoño se encaminó a por el balón y asumió la responsabilidad de un disparo que valía dos puntos más, ya que el empate parecía irremediable, de hecho solo dio tiempo tras el gol para poner el balón en juego desde el centro del campo.