Athletic y Barcelona enfrentan sus inercias positivas en San Mamés

  • Los de Bilbao, agarrados a la eficacia goleadora de Aduriz
Luis Enrique
Luis Enrique |Telemadrid

Athletic Club y FC Barcelona se van a medir este domingo, en San Mamés, en un clásico liguero que va a enfrentar al equipo rojiblanco, impulsado por sus dos últimas victorias frente a Málaga, en Copa, y Levante, con un rival en racha que llegará a 'La Catedral' tras encadenar ocho triunfos seguidos.

El pase a las semifinales de Copa y los tres puntos sumados en el Ciudad de Valencia, han reforzado notablemente la confianza del grupo que dirige Ernesto Valverde: y, en el caso del 0-2 al Levante, le ha dado además oxígeno en una clasificación que empezaba a ahogar después de dos meses de penumbra.

AGARRADO A ADURIZ

Agarrado a la eficacia goleadora de Aritz Aduriz, el jugador capital del equipo bilbaíno, el Athletic tratará de mantener esa inercia positiva ante un rival al que ya fue capaz de tumbar la pasada campaña a base de un juego de altísimo ritmo y concentración que ha sido seña de identidad en sus mejores momentos.

Valverde cuenta para esta cita con las bajas del sancionado Andoni Iraola y del lesionado Ander Iturraspe, que estará de cuatro a seis semanas de baja a causa del percance en la rodilla derecha sufrido en Valencia.

Óscar de Marcos, como lateral derecho, y Mikel San José, en la posición de medio de contención, serán sus sustitutos en un once que el técnico confeccionará teniendo, también, en cuenta que 72 horas más tarde le tocará encarar, también en San Mamés, la ida de las semifinales de Copa ante el Espanyol.

La principal incógnita en ese equipo titular está, una vez más, en la demarcación de medio punta. Las alternativas son múltiples ya que tanto Unai López como Beñat o Viguera podrían situarse por detrás de Aduriz.

Incluso Muniain, como ya hiciera ofreciendo un buen rendimiento durante algunos minutos en Valencia, podría abandonar la banda izquierda para centrar su posición y jugar más cerca del área.

El Barcelona se medirá al Athletic Club en un nuevo San Mamés, estadio en el que no ha recogido aún ningún victoria, habiendo perdido el año pasado en un encuentro en el que el tropiezo de los de Gerardo Martino no les privó de seguir líderes.

Después de tres años sin ganar en San Mamés, aunque sólo ha perdido una de las últimas ocho visitas (el año pasado, 1-0), el grupo de Luis Enrique llegará a Bilbao tras ocho victorias seguidas y con la esperanza de que el Real Madrid tropiece este sábado en el Calderón ante el Atlético de Madrid para intentar reducir a la mínima la diferencia de cuatro puntos que ahora existen entre madridistas y barcelonistas.

El Barcelona tiene en mente que el calendario de media docena de partidos de Liga que se le presenta en el horizonte pasa por sumar los dieciocho puntos; y así recibir en el séptimo encuentro al Real Madrid, en el Camp Nou, donde una victoria le pueda llevar al liderato o a emparejarse con su rival en el primer puesto.

Antes de esta especulación a medio plazo, los de Luis Enrique, que vienen de ganar al Villarreal en el Camp Nou, tras remontar en dos ocasiones el marcador, tendrán la pendiente más pronunciada contra el Athletic de un camino de seis partidos antes del clásico que le son teóricamente bastante favorables (Athletic, Levante, Málaga, Granada, Rayo y Eibar).

Va a ser un mes de febrero decisivo para los azulgrana, ya que conocerán, igual que el Athletic, su futuro en la Copa, pues ambos disputarán semifinales; en la Liga, si son capaces de mantenerle el pulso al Madrid; y en la Liga de Campeones, con la disputa de los cuartos de final contra el Manchester City.

Después del decepcionante partido del año pasado en San Mamés (1-0, gol de Muniaín, min.70), sin Messi ni Víctor Valdés, esta vez el equipo de Luis Enrique llega embalado tras ocho victorias seguidas, en Liga y Copa, y con mucha confianza.

Tiene a todos sus efectivos al máximo rendimiento, y sólo la proximidad de la ida de las semifinales de la Copa contra el Villarreal en el Camp Nou (20.00 hora local; 19.00 gmt) incidirá en el grado de las rotaciones que determinará el entrenador.