El Real Madrid disfruta de una jornada de descanso tras obtener en Málaga el billete de los cuartos de final de la Copa del Rey y el jueves volverá a los entrenamientos para comenzar a preparar el encuentro liguero del sábado contra el Mallorca.
El gol del francés Karim Benzema -su decimoséptimo tanto de la temporada- certificó la clasificación del conjunto del portugués Jose Mourinho, que tiene que esperar a mañana para saber si se enfrentará al Barcelona en los cuartos de final del torneo en el que defiende el título obtenido el pasado curso al ganar en la final al propio equipo azulgrana con una diana de Cristiano Ronaldo.
El cuadro de Pep Guardiola se desplaza al estadio Reyno de Navarra con una clara ventaja (4-0) obtenida en Barcelona y tan solo una proeza del Osasuna impedirá un nuevo enfrentamiento entre los grandes.
El Real Madrid regresó de Málaga con la mala noticia de la lesión del centrocampista alemán Sami Khedira, quien tuvo que ser retirado en camilla del campo de La Rosaleda en el minuto 43 con un esguince en su tobillo derecho.
Aunque en principio no parecía nada grave ni excesivamente importante, las pruebas deben dictaminar el alcance exacto de la lesión que se produjo tras un remate dentro del área al tropezar con Sergio Sánchez y caer mal. Khedira regresó a Madrid ayudado por unas muletas.
El que se perderá la ida de los cuartos de final seguro será el defensa Álvaro Arbeloa, quien fue expulsado con doble amonestación en su partido oficial cien con la camiseta madridista.
La plantilla blanca se ejercitará mañana en la Ciudad Deportiva de Valdebebas a partir de las 11:00 horas a puerta cerrada y comenzará a trabajar para el encuentro del sábado en Mallorca, donde le aguarda el conjunto de Joaquín Caparrós, que también certificó su clasificación para los cuartos de final del torneo del k.o. al golear por 6-1 a la Real Sociedad.