La Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) ha aprobado la nueva normativa de la Federación Española de Fútbol (RFEF) para prevenir y sancionar la violencia en el fútbol, que contempla el cierre parcial de los estadios como gran novedad y que será aplicable de forma inmediata.
Las medidas, que incluyen también "la plena operatividad" de los oficiales dedicados exclusivamente a comprobar el correcto comportamiento del público, fueron aprobadas de manera unánime por la Comisión Directiva del CSD, de la que forma parte el presidente de la RFEF, Ángel María Villar, ausente en la reunión.
SIGUE SIN APARECER VILLAR
"El presidente de la Federación no ha acudido a la sesión pero estamos satisfechos con las medidas que han aprobado. Creemos que esto puede ser operativo, lo iremos viendo y si hay que realizar alguna modificación con el paso del tiempo lo haremos, pero pensamos que las medidas aprobadas por unanimidad van a ser suficientes para afrontar el problema de la violencia en los estadios", dijo el presidente del CSD, Miguel Cardenal.
Además del cierre parcial de campos, Cardenal destacó otras novedades como "la plena operatividad de unas figuras" -los oficiales especializados en la materia- "que van a dedicarse exclusivamente durante los partidos a comprobar que el comportamiento del público se ajuste a estas reglas".
El objetivo, según indicó, es que "esa comprobación en el ámbito jurídico produzca una prueba plena para que lo que ocurra en un campo en fin de semana sea sancionable cuando se reúna el Comité de Competición, el martes o el miércoles, como lo que el acta arbitral supone ahora para las tarjetas".
Cardenal destacó también "la operatividad de los dispositivos que va a llevar a cabo la Liga de Fútbol Profesional que está realizando un esfuerzo para incorporar personal que se dedique a controlar el ajuste de medidas de seguridad" y habló de otras posibles sanciones como la pérdida de puntos, el descenso de categoría y la inhabilitación de directivos para infracciones de esta naturaleza.
La nueva redacción del Código Disciplinario y el Reglamento General federativo completa las reformas para prevenir y sancionar la violencia en el fútbol, después de la muerte de un seguidor radical del Deportivo de la Coruña el 30 de noviembre pasado, cerca del estadio Vicente Calderón, durante un enfrentamiento con aficionados ultras del Atlético de Madrid.
Tras este suceso el CSD, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la RFEF acordaron modificar la normativa contra la violencia, aunque el retraso de la Federación en trasladar las propuestas que inicialmente debía haber hecho el 15 de diciembre pasado llevó al Consejo a hablar de incumplimiento por parte de ésta.
La investigación policial de los hechos se dio por cerrada con la detención de 82 personas, la mayoría en libertad con cargos aunque cuatro de ellos ingresaron en prisión como presuntos autores de la muerte del seguidor del Dépor. La Comisión Antiviolencia propuso multar con 60.000 euros y cinco años de prohibición de acceso a recintos deportivos a 88 aficionados que participaron en la reyerta.
