Entradas subidas de tono, manotazos, tarjetas amarillas, "naranjas" y rojas, un árbitro que no supo detener los enfrentamientos entre los jugadores de ambos equipos: la dureza y los enfrentamientos personales marcaron el tercer clásico seguido, esta vez la ida de las semifinales de la Champions League. El césped del Barnabéu, más o menos largo y rápido, daba igual, fue testigo de una auténtica batalla campal en pos del balón. La dureza de ambos bandos y la actitud de los jugadores del Barcelona sobreactuando, unido a una rigurosa tarjeta roja a Pepe, marcaron un duelo que al final y jugando contra diez se llevaron los azulgrana gracias a dos genialidades del argentino Leo Messi.
Este video es un reflejo de la alta tensión que se vivió entre Arbeloa y Pedro, Valdés y Di María, Keita y de nuevo Arbeloa, Marcelo y Pedro, y se incluye la actuación estelar de Sergio Busquets, tan buen futbolista como intérprete dramático. Una historia de amigos en la selección convertidos durante una hora y media en enémigos íntimos.