Fernando Alonso (McLaren) finalizó muy frustrado el Gran Premio de Japón con su undécima posición y se quejó una vez más de la unidad de potencia de su monoplaza, comparando el motor con el de un coche de GP2, al mismo tiempo que afirmó que fue "duro" ser adelantado por Marcus Ericsson (Sauber) tras ver que los pilotos que iban por detrás de él "cometen errores" en las curvas.